Iniciativa para proteger a las rapaces en el Baix Penedès

Es un enclave tanto para el paso en la migración como para la nidificación

09 abril 2024 12:50 | Actualizado a 09 abril 2024 16:35
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Es una especie típica de espacios abiertos con presencia común en toda Catalunya, pero catalogada como amenazada en el Catálogo de Fauna Salvaje Autóctona.

La pérdida de hábitats, la agricultura extensiva y las infraestructuras son las principales amenazas para el mochuelo común (mussol comú en catalán).

En el Baix Penedès la especie tiene una importante colonia, pero es necesario establecer medidas de protección no sólo para este ave, sino para las rapaces que todavía habitan en la comarca y que pueden verse en polígonos industriales y en primera línea de mar.

Colaboración de agricultores

Ahora el grupo ecologista de El Vendrell (GEVEN) ha iniciado una campaña para intentar determinar las especies de rapaces que hay en la zona y cuantificar su número para un proyecto de protección.

Además de ser un bioindicador que muestra la calidad ambiental de una zona, las rapaces se alimentan de roedores e incluso de insectos dañinos para cultivos agrícolas.

$!Un mochuelo común.

El proyecto de censar y proteger a estas aves debe contar con el apoyo de propietarios de fincas y terrenos donde se detecte su presencia. El objetivo es crear reservas de rapaces nocturnas en una iniciativa similar a la que se impulsa en la comarca de Osona.

El GEVEN ya colabora con el centro de recuperación de fauna salvaje de Torreferrusa (Barcelona). En 2021 en coordinación de ambas entidades se liberaron once mochuelos en Llorenç del Penedès.

Ahora el objetivo es saber qué especies hay en el Baix Penedès y el número de ejemplares. Donde se detecten se planean aciones específicas en colaboración con los propietarios.

Cada vez menos

La zona prelitoral del Penedès es muy rica en algunas especies de rapaces tanto en periodos de migración como de nidificación. Entre ellas destaca el mochuelo común o la lechuza.

El mochuelo no huye de zonas urbanizadas pero requiere de espacios abiertos preferentemente agrícolas y con presencia de arbolado y márgenes de piedra donde asienta sus nidos. En Catalunya la especie está en regresión con una pérdida de hasta el 29% de su distribución.

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