En el año 2016, la crisis immobiliaria afectó a la construcción de un ‘edificio’, del cual la constructora solo dejó una estructura. Desde entonces, los vecinos de la calle Berguedà de El Vendrell reclaman una intervención para solucionar los problemas que genera el bloque inacabado.
Suciedad, entradas que pueden resultar peligrosas y vandalismo. La estructura se ha convertido en un inmenso palomar con las consecuencias de la porquería que dejan las aves, además de los animales muertos. Los vecinos señalan que es un problema de salubridad.
La situación degrada no sólo al edificio, sino a todo el barrio, como denuncian los vecinos. Piden soluciones. La acera también está plagada de los excrementos de las palomas.
Hace un par de años se hizo una primera limpieza y la propiedad realizó un cierre para intentar impedir la entrada de palomas, pero resultó ser una solución provisional.
Multas y sanciones
Para evitar situaciones como la indicada anteriormente, el concejal de licencias urbanísticas, Jero Merino, ha indicado que habrá mano dura. Para ello han previsto una agenda para mejorar y fortalecer la Unidad de Disciplina Urbanística.
En primer lugar, el equipo va a contar con más personal. Recientemente se ha incorporado un abogado y próximamente, contratarán un técnico y un administrativo para reforzar el área.
En segundo lugar, va a haber más mano dura con la puesta en marcha de multas y sanciones. Se hará un detalle de la estrategia para implementar un régimen de sanciones dirigido a la rápida resolución de problemáticas urbanísticas pendientes, especialmente aquellas que estén relacionadas con construcciones ilegales o solares abandonados, como el caso del edificio en la calle Berguedà. En referencia a este edificio en concreto, la Xarxa Vendrellenca reclamó un cierre definitivo que impida que las palomas puedan entrar y anidar.
Asimismo, los solares abandonados son otra de las grandes preocupaciones que genera insalubridad y quejas de los vecinos.
Y por último, habrá mejoras en la convivencia y la salubridad, con discusiones sobre cómo las acciones de la disciplina urbanística contribuyen a mejorar la convivencia y la salubridad en las calles de la comarca del Baix Penedès, respondiendo a las demandas ciudadanas de un entorno más limpio y seguro.
El concejal Jero Merino ha remarcado que se tratan de medidas que son el pilar de una visión más amplia de ciudad, más allá de recuperar el orgullo de ser la capital de la comarca, sino también de atraer turismo de calidad y fomentar un ambiente propicio para el crecimiento de los negocios locales.
Merino explica que el Ayuntamiento de El Vendrell quiere que la ciudadanía participe activamente en el proceso de transformación urbana del municipio, ya que la colaboración entre la administración pública y la comunidad harán de El Vendrell un lugar más dinámico y sostenible.
