Antoni Coll celebra la hoja en blanco cotidiana

El periodista publica ‘Sorpresas para una hoja en blanco’, donde narra con fluidez curiosidades y anécdotas de la historia desde el prisma de su oficio

20 abril 2024 22:33 | Actualizado a 20 abril 2024 22:33
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Ha salido a la luz un nuevo libro de Antoni Coll Gilabert: Sorpresas para una hoja en blanco, editado por Digital Reasons dentro de su colección Argumentos para el siglo XXI. El periodista
–durante 20 años director del Diari de Tarragona, Fill Adoptiu de la ciudad y actual consejero editorial de la cabecera, además de presidente de honor de la Fundació Bonanit que socorre a las personas sin hogar– pone a disposición de los lectores un nuevo volumen, disponible en Amazon. Esta vez es algo más breve de lo habitual –apenas son 110 páginas, tamaño cuartilla–, pero lleno, eso sí, de curiosidades y anécdotas de la historia vistas, como no podría ser de otro modo, a través de su experiencia periodística. El libro lo estructura en 13 capítulos, cada uno con dos o tres breves textos, por los que pasan, por ejemplo, el Dr. Livingstone, Balduino, Chesterton, Tomás de Aquino, Händel, Dickens, Beethoven, Eleanor Roosevelt, Joe Biden y Joseph Ratzinger, por citar solo algunos. Como siempre, Antoni Coll nos obsequia con la prosa amable, directa y ligera a la que nos tiene acostumbrados en su diaria Plumilla, no exenta para nada, por otra parte, de esa profundidad y de ese humor tan necesarios y bienvenidos.

Sorpresas para una hoja en blanco es también, efectivamente, una reivindicación –más tierna que nostálgica– del papel. «Con una hoja en blanco participé, durante muchos años, en los consejos de apertura del periódico, anotando los temas que proponían los jefes de sección y mi propia imaginación para la edición del día siguiente», nos dice en la introducción del libro, una delicia que se puede disfrutar abriéndolo por cualquier parte. Como quien se dispone a ingerir una píldora: la dosis justa de humanidad, cariño por el prójimo y deseo por comunicar. Porque, por si no lo sabían, «el periodismo no solo es negocio, también es pasión».

Es la prosa amable y directa de costumbre, con esa profundidad y humor tan bienvenidos
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