Que el talento local se encuentra a la altura del primer orden en Catalunya admite hoy pocas sospechas. El proyecto de La Roser ejemplica este hecho con creces. La producción de Territori Creatiu y Artistes Locals ha calado hondo en Reus desde su estreno, con sold out incluido en 2022. La acogida resultó tan admirable que ha provocado la vigencia de la obra para el futuro. De hecho, en este 2023 se ha vuelto a representar de nuevo con gran éxito de público, en el Bartrina y con dos sesiones más para distintos institutos de la ciudad. Además de la visión de ocio de la propuesta, ésta contiene un rasgo pedagógico incuestionable.
Roser refleja con ingenio la vida de una reusense que nace en 1835 en la capital del Baix Camp.
Habla de toda su familia y de cómo ella vive todos los eventos que ocurren en Reus, primero desde detrás del escaparate de la tienda familiar y más tarde, como madre y trabajadora de la Fabril Algodonera.
Roser expresa quiénes somos y de dónde venimos, y lo hace desde su mirada limpia y llena de amor por la vida.
Una mirada, al mismo tiempo, que no esconde la posición social que ocupa en ese momento, la clase trabajadora, ni esconde tampoco su condición de mujer, con todos los prejuicios y desigualdades ante los hombres en pleno s.XIX y los problemas que eso conlleva.
Cogido de la mano de La Roser, el público viaja a través de la historia de la ciudad y se convierte en testigo de su crecimiento. Presencia y disfruta del nacimiento de los gigantes y el primer encendido de luces de gas en la Plaça del Mercadal. Conoce personajes ilustres que vivieron allí durante el novecentismo y se transforma en testigo de la industrialización de la sociedad.
«El feedback que hemos tenido del público nos ha gustado mucho, incluso con los alumnos y alumnas de los institutos que vinieron al teatro hubo una conexión especial. Seguro que a alguno no le gustó, pero en el coloquio que hicimos después de la obra, tuvimos una sensación muy buena con ellos», refleja Alba Aluja, una de las actrices de la producción.
La Roser dispone de un condimento de identidad incuestionable. Todos los artistas que participan en la obra forman parte del territorio. Ese rasgo local la convierte en una pieza con sentimiento de pertenencia. «Creo que el talento existe también en casa, por eso se apuesta por él», confirma la misma Aluja.
Bajo la codirección de Iban Beltran y Alba Pérez, La Roser cuenta con un equipo de profesionales que ha cuidado todos los detalles. A Alba Aluja la acompañan, sobre el escenario, las actrices Irene Benavent y Georgina Llauradó. Albert Galcerà y Gerard Marsal se encargan de la música y el espacio sonoro, mientras que Carmen Merlo ha llevado a cabo el trabajo sobre el proyecto educativo. Carlota Martí ha realizado la producción. «Siempre hemos tenido muy claro que La Roser contiene una labor pedagógica importante y eso nos permite llegar a los centros de educativos», confirma Aluja. De hecho, la propuesta sigue más viva que nunca y de cara a 2024, varios institutos de Reus ya ha pedido su participación en el mismo.
Un proyecto de ciudad
El vínculo tan estrecho que el personaje siente por Reus propicia que la producción transmita un sentimiento de arraigo a través de la ciudad. Proyecta la evolución de la misma y crea vínculos con el público que la observa, la escucha y la termina admirando.
«Cuando salgo al escenario como actriz lo hago de muy concentrada para darlo todo y ofrecer lo mejor de mí a la historia. Como creadora del proyecto me siento muy orgullosa de poder reflejar el papel de una mujer trabajadora del siglo XIX en Reus», destaca Irene Benavent con respecto al sentimiento que le genera La Roser.
Benavent confiesa que, entre las alumnas que han visto la obra, se ha destacado mucho «la emotividad. La Roser habla desde el corazón y además refleja lo que pasaba en Reus en esa época», aclara. Darle luz a una propuesta de esta magnitud no ha resultado sencillo, aunque la apuesta del Teatre Bartrina ha propiciado que Les Artistes Locals hayan encontrado un aliado de postín para exponer su talento y convencer a los seguidores que han llenado las butacas del recinto. Y todavía existe un