Toni Sánchez: «Quería romper con el misticismo que hay alrededor del espiritismo»

El realizador tarraconense debuta en la literatura con el thriller ‘Ofensa al frío’, publicado por la Editorial Planeta

23 febrero 2024 02:37 | Actualizado a 23 febrero 2024 13:00
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Una casa con vida propia, mucho frío, un asesinato, un espectro entre dos mundos y médiums. Todo ello son los ingredientes de Ofensa al frío, el debut literario del realizador audiovisual tarraconense Toni Sánchez, una novela negra publicada por Editorial Planeta con elementos clásicos del género de terror. Una obra con la que Sánchez espera «entretener y, sobre todo, emocionar».

¿Cómo ha sido la experiencia de la primera novela?
Acudí a la literatura hace unos años casi buscando el amparo de una religión en un momento vital y ha sido muy positivo. Me ha servido para volcar un montón de experiencias y vivencias, de pensamientos que tenía dentro y que, de alguna manera, creía que necesitaba sacar. A los 16 años descubrí la vocación de querer contar historias y, sobre todo, de entretener y emocionar. Y he encontrado una vía en la literatura muy bonita para poder expresar lo que quiero. En el mundo visual, que también es bonito, entra más en juego el equipo. Sin embargo, en literatura, aunque también de alguna manera es así, queda todo más como uno pretende y sin que le desvíen factores externos.

Le ha quedado una historia un poco truculenta.
Sí, una novela negrísima. Realmente, el thriller es el género con el que más vibro. Primero a nivel lector, desde hace años y ahora como autor. Creo que es idóneo para escudriñar la mente humana, los grises que tenemos en las vidas, que no todo es blanco o negro, los claroscuros y, de momento, es el género en el que me quiero quedar y en el que más a gusto me siento.

Los elementos que utiliza son clásicos del terror, la casa, los espectros... mezclados con el día a día.
Es lo potente. Personajes cotidianos, que podríamos ser tú y yo, enfrentándose a lo imposible. Este era uno de los puntos de partida que más me gustaban como autor, como desafío y además, por circunstancias personales y profesionales, cuando escribí la historia me encontraba en un momento en el que estaba muy en contacto con el mundo del misterio, que a veces se queda en nichos muy pequeños, muy minoritarios, me apetecía intentarlo llevar a historias aptas al gran público.

El frío es una técnica que encontré para materializar un poco la amenaza, para que fuese más visible dónde está el espíritu y dónde no

¿El mundo del misterio o los médiums tiene que ver con el ánimo de las personas que acuden a él?
No puedo ser muy objetivo porque llevo 10 años en contacto con el mundo del espiritismo, tengo amigos espiritas y todo. Lo primero a destacar fue que la primera vez que acudí a un centro espirita, te puedes imaginar, esperaba gente con túnicas estrafalarias, velas, incienso, todo muy oscuro y nada más lejos de la realidad. El recuerdo que tengo es que estaba todo muy iluminado y la gente era muy simpática, muy maja, como creo que se refleja en una de las escenas de la novela.

Exactamente.
Esto sirve para romper el misticismo que hay alrededor de los médiums, del contacto con el más allá. Y también me gusta diferenciar lo que son los médiums de verdad porque cuando dices médiums la gente se imagina a los que normalmente vemos en algunos programas de televisión, que aseguran que puedes hablar con tu padre a las 5 de la tarde en su despacho si les pagas. Pues no. Como digo en la novela, y además está en una línea de diálogo, hablo del espiritismo codificado por Allan Kardec, que son médiums que no cobran, eso es importante porque dicen que lo que reciben gratis, lo han de dar gratis. Entonces, ya tienen otros trabajos cotidianos con los que pagar las facturas.

¿Usted cree en este contacto con el más allá?
Ni creo ni dejo de creer, soy bastante escéptico. Cuando digo que llevo diez años en contacto con el mundo del misterio es a nivel profesional. No soy espirita y no sigo ninguna religión. A nivel profesional, por unas circunstancias, estoy en contacto con investigadores parapsicológicos y con médiums pero siempre desde fuera, desde un punto externo. De hecho, cuando los conocí no creía absolutamente en nada y aprendes a respetar las diferentes opiniones y creencias. Y veía que este tipo de médiums, de creencias en el más allá, nunca estaban reflejados en las ficciones y me interesaba hacerlo.

¿Por qué niños? Dicen que son los que ven el más allá...
Eso se dice, que hasta que cumplen los 7 años son capaces de ver el mundo espiritual. El caso es que los protagonistas, ciertamente, han pedido una hija, la cosa más dolorosa que te puede pasar en el mundo. Cuando escribí la primera versión de la novela no era padre, así que hablaba todo desde el desconocimiento, desde lo que había visto o leído, pero ahora que soy padre de un niño de dos años, realmente me pongo en el pellejo de los dos protagonistas y me parece la cosa más dolorosa y catastrófica, lo que también creo que es un punto de partida muy interesante, colocar a los personajes ahí y además en ese punto intermedio porque están con su hija, pero sin estarlo.

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¿Por qué los espectros traen frío?
No es una invención, ya que hay investigadores que defienden que cambia la temperatura, aunque es verdad que no de forma tan brusca como sale en la novela, pero es una técnica que encontré para materializar un poco la amenaza, para que fuese más visible dónde está el espíritu y dónde no. Es una licencia poética que me tomé. Hablando un poco del making off de la novela, escribí la primera versión en una buhardilla de Madrid en pleno invierno, sin calefacción, mal aislada. Entonces, yo que soy mediterráneo y cuando no he vivido en Tarragona, lo he hecho en Alicante o en Cuba, de repente llegué a Madrid y hacía un frío del copón. No te voy a engañar, la primera versión la escribí con cinco capas de ropa y con las manos a veces que me temblaban. Creo que me sirvió para canalizar mis demonios por el frío madrileño.

También toca la violencia de género.
Para mí es importante. Es un cliché, pero es el género literario que te sirve para hacer una radiografía del día a día de la sociedad y obviamente es un conflicto que tenemos en estos momentos. Por desgracia hay gente que no quiere utilizar este término, pero así es. Es un conflicto en el que nos hallamos todos y, por supuesto, tenía que poner mi granito de arena a la hora de visibilizarlo.

A pesar del trasfondo siniestro, en realidad es una novela de amor. De terror con el fondo de relaciones humanas.
Sí. A nivel lector o espectador en cine nunca es que haya sido un gran aficionado al terror. Tendía más al melodrama y, sobre todo, al romanticismo y creo que eso es lo bonito de la novela. Para mí la columna vertebral siempre fue la historia de amor entre Miguel y Alba y lo demás viene alrededor.

El thriller es idóneo para escudriñar la mente humana, los grises que tenemos en las vidas

La policía también está atormentada.
Ciertamente. Te voy a confesar que es mi personaje favorito. Fue creciendo muy poco a poco, sin darme cuenta y de manera muy natural. Fue como una cosa mágica, como si me estuviera poseyendo algo. Realmente son los capítulos que más fácilmente escribí y que ahora, cuando reviso la novela, son los que más me gustan. Es un personaje con muchísima garra, un carisma especial y ciertas reacciones que me gustan mucho.

¿Esto quiere decir que se inicia una serie?
Aquí entran varias cosas que igual no tienen tanto que ver conmigo. El personaje lo pide, creo que sí. A mí nada me haría más ilusión porque sí que tengo pensadas varias novelas con ella, pero para mí los jueces definitivos siempre van a ser los lectores. Si lo piden, lo tendrán, por supuesto.

Ha entrado usted en la literatura por la puerta grande.
Así lo siento. Ha sido y está siendo un sueño porque uno cuando es pequeño se imagina cómo tiene que ser que te fiche el Barça, digo el Barça porque yo soy del Barça. Pero lo mismo para los seguidores del Madrid. Y a nivel literario te preguntas cómo tiene que ser que te publique Planeta y cuando estás ahí, siento que estoy cumpliendo un sueño y no lo digo por quedar bien, sino al contrario, totalmente de forma realista. Lo más bonito no es simplemente el hecho de que te publique una gran editorial, que eso te da una visibilidad que agradece la novela, sino además las personas que me estoy encontrando, gente con mucho talento. Desde fuera parece que la literatura es un trabajo solitario y cuando entras en el mundo profesional te das cuenta de que no es así. Porque ahora cuando veo el libro en mis manos siento que ahí están unificados el talento, el tiempo y el esfuerzo de muchas personas, no solo el mío. Mi nombre está en la portada, pero tendrían que estar también otros porque es el resultado de todas estas personas.

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