El Calafell soñó y peleó pero cayó ante un Benfica que impuso la lógica en un Da Luz que sufrió para ver ganar a los suyos. Fue un duelo bonito europeo en el que los de Ferran López dejaron claro que de ‘cenicienta’ en el grupo tienen poco.
Necesitaba el Calafell comenzar con aire. Cogerle la temperatura a un templo como Da Luz que no concede tiempos de aclimatación. Eran conscientes de ello los chicos de Ferran López que rápidamente interpretaron la partitura perfecta. El gol doma bestias. No se habían cumplido ni cinco minutos cuando el Calafell dio el primer golpe en el templo luso. Apareció un viejo obrero del gol para marcar. Jepi Selva colocó a su equipo en una zona de confort temporal porque allí si se quería sumar se iba a tener que sudar sangre, sudor y lágrimas.
El Benfica tuvo el empate casi de inmediato. Hubiese sido una reacción perfecta tras una directa provocada por una azul a Xaus. Pero Camps reinó en ese arte para desespero de Lucas Ordoñez. La ventaja, de momento, seguía vigente.
Jepi Selva y Carles Doménech hicieron soñar al Calafell en Da Luz
Sin embargo, el Benfica apareció, entraba dentro de los planes, y lo hace mediante Nicolia que hacía el empate. Salir ileso era algo que no entraba en los planes ya de entrada. Por eso, el Calafell reaccionó con naturalidad a ese gol y logró dar otro golpe con otro tanto de Carles Doménech (1-2). Otra vez por delante. Irse al descanso con ventaja hubiese sido lo soñado, pero apareció de nuevo Carlos Nicolia para marcar el 2-2. El talento siempre termina reinando.
La segunda mitad comenzó de la peor manera para el Calafell que por primera vez en el partido se vio por detrás en el marcador. Esta vez fue Pablo Álvarez el que apareció para poner por delante al Benfica. Ahora sí, se imponía la lógica.
Con el 3-2, Camps sostuvo al Calafell en el partido con varias paradas. No llegó el empate, pero los de Ferran López cayeron con honor.