El primer derbi de la temporada fue de magia. La de Xavi Jaime para abrir el marcador en el 55’ con un golazo desde más de veinte metros y la de Arnau Sans para empatarlo a dos minutos del final con otra obra de arte desde la frontal del área. Dos latigazos superlativos que decidieron un duelo de altura entre dos de los mejores equipos de la categoría, que demostraron la presión que supone la rivalidad de este tipo de duelos.
Un enfrentamiento de este calibre no conoce de medias tintas y ambos conjuntos lo sabían. La tensión estuvo presente desde el inicio. Una tensión que fue en aumento a medida que pasaban los minutos y el resultado no se decantaba. Cada acción precisa era celebrada con una mayor efusividad de la habitual, porque este tipo de partidos excitan como ningún otro. Son las ganas de brillar en un escenario grande mezcladas con la prudencia de no cometer errores.
Con la entrada de Maxi Rosales junto a Andy Alarcón y Xavi Molina, Marc Carrasco apostó de nuevo por los tres centrales, con Nico Díaz y Alberto Benito en los carriles. El técnico le dio la primera titularidad del curso a Hugo Moreno en la medular, con Ramon Folch y Xavi Jaime en los interiores y Víctor Oribe y Aitor Serrano como jugadores más adelantados.
Adol Baines, por su parte, apostó por una línea de cuatro atrás, en la que Gerard Urbina y Marcel Céspedes ocuparon las bandas, escoltados en el eje de la zaga por José Enrique y el capitán Boaz.
Gerard Pouget ofreció equilibrio en el centro del campo, mientras que la movilidad de Arnau Sans y Santi Guzmán permitió a los granas mutar su posicionamiento. Hamza Bellari y Teo Pozo partireron desde los volantes, intentando conectar con la referencia arriba, Joan Torrents, en la que fue la primera titularidad del ‘9’ tras la sanción.
El Reus intentaba acumular jugadores en tres cuartos para hundir a la Pobla atrás y crear entre líneas, pero el conjunto pobletano, que ejerció una presión muy agresiva arriba, también logró cortocircuitar la fluidez del cuadro reusense en la salida. La movilidad de Teo Pozo fue de lo más peligroso de los de Adol Baines. Precisamente una gran acción individual suya dentro del área culminó con un balón al espacio a Joan Torrents, cuyo disparo se marchó por el lateral derecho de la red de Alejandro Verdejo.
Fue el inicio del toma y daca y la acción que empezó a abrir más el duelo, ya que, pocos minutos después, una jugada madurada en el carril izquierdo reusense terminó con un gran centro de Nico que Aitor Serrano cabeceó al palo derecho de la portería de César Pirot. La adrenalina estaba servida y Teo lo aprovechó para inventar de nuevo y servirle en carrera a Céspedes un balón que el lateral disparó rozando la madera y que por poco no significó el 0-1.
El protagonismo del Reus yacía en el carril derecho, que tan fructífero es para los rojinegros cuando suena la sinfonía de Alberto Benito y Víctor Oribe. El de Altafulla tuvo un gran competidor en Marcel Céspedes, potente al espacio e impetuoso en defensa. La Pobla le tomó el pulso al partido y por momentos gozó de posesiones largas que tampoco culminaron en aproximaciones claras, pero que permitieron a los visitantes descansar con el balón, algo que el filial grana agradeció debido al esfuerzo que supone la presión alta que ejercieron. Una presión que forzó algunas imprecisiones rojinegras en la salida que fueron aprovechadas por la Pobla para salir como balas con espacios.
Los de Marc Carrasco buscaron superioridades desde los costados y la sociedad Benito-Oribe fue la protagonista de una de las más claras del Reus. Cerca del vértice del área, el lateral altafullense puso un balón en el borde que Xavi Jaime acomodó para que Oribe disparara desde fuera, en la que fue la última acción del peligro previa al tiempo de descanso.
Casi desde la misma posición, Hamza Bellari gozó de la primera oportunidad del segundo tiempo. El extremo tuvo todo el tiempo del mundo para armar su talentosa zurda, pero no estuvo preciso y su disparo se marchó desviado. Una precisión que atesoró Xavi Jaime, quien sacó la varita para deshacer el empate. En un partido que se tornaba bronco y en el que la tensión iba apoderándose de los veintidós, Jaime se inventó un disparo sensacional para convertir una falta directa desde 25 metros. El capitán del Reus marcó el que hasta ahora es uno de los goles de la temporada, un latigazo de partido grande que el ‘7’ lanzó en uno de esos partidos en los que el balón quema.
El gol trastocó los planes de la Pobla, cuyo ataque supieron esterilizar los tres centrales rojinegros, y dio un impulso al Reus, que se sintió más cómodo con el balón. El desgaste físico perjudicó al conjunto de Adol Baines, al que le costó llegar a la presión que tan efectiva y ordenada había sido en el primer acto. No obstante, el conjunto grana fue aproximándose con el paso de los minutos.
Y ahí estaba el bueno de Arnau Sans para empatarlo. Si el de Xavi Jaime había sido un golazo, el del ‘23’ de la Pobla no se quedó atrás. Desde la media luna, la zurda de oro del centrocampista grana puso el balón en el único sitio al que Verdejo no pudo llegar, dejando así la tensión y los nervios por todo lo alto en los últimos minutos.
Ambos conjuntos dispusieron de aproximaciones para deshacer la igualada, pero finalmente ninguno pudo concretarlas y el primer derbi del curso se cerró con unas tablas que evidenciaron lo competitivo que había sido el juego durante todo el transcurso del partido y el talento de Reus y Pobla.
Ficha técnica.
Reus FC Reddis (1). Verdejo, A. Benito (P. Benito, 89’), Rosales, Molina, Alarcón, Nico, Moreno (Argilaga, 83’), Folch (Modest, 72’), Jaime, V. Oribe (Sardà, 83’) y Serrano (Melo, 89’).
Pobla de Mafumet (1). Pirot, Urbina, José Enrique, Boaz, Céspedes, Pouget, Sans, Teo, Hamza, Guzmán y Torrents.
Goles. 1-0, Xavi Jaime (55’). 1-1, Arnau Sans (88’).
Árbitro. Marcos Fernández. Amonestó a V. Oribe, Nico, Verdejo, Moreno, Sardà, Alarcón, P. Benito, Melo, Guzmán, Pozo y Urbina.