«Impresiona, porque podríamos estar hablando de nuestros abuelos. Es una historia aún muy viva», reconoce Sergi González, el director de la excavación de Pernafeites, en Miravet, cerca del Barranc de Futxo, en la Ribera d’Ebre. Este arqueólogo hace balance del trabajo hecho durante cinco meses en esta partida en plena Serra de Pàndols i de Cavalls, en el corazón de lo que fue, hace ahora ocho décadas, uno de los frentes de la cruenta Batalla de l’Ebre.
Allí se ha encontrado la segunda fosa más importante de la Guerra Civil en Catalunya. Se trata de un yacimiento con 51 fosas, 26 de ellas individuales y 25 colectivas. Estas últimas llegan a acoger hasta a cinco individuos.
En total, 99 combatientes del bando republicano fueron enterrados y ahora exhumados. Son en su gran mayoría soldados caídos en el frente de combate, la mayoría de ellos tras haber pasado por el hospital y enterrados en un lugar cercano en aquellos combates entre agosto y noviembre de 1938 que ya formaban parte del final del conflicto bélico. «Encontramos individuos con extremidades amputadas, férulas de inmovilización y puntos de sutura. A partir de un testimonio oral se recuerda que en una caseta, llamada Caseta de l’Eusebi, había un hospital y creemos que era de división», cuenta Sergi González.
La Generalitat encargó a la URV un estudio de localización al equipo dirigido por el profesor Josep Sánchez Cervelló que acabó confirmando la existencia de restos óseos. A partir de ahí se puso en marcha todo el proceso, que a partir de ahora seguirá con procedimientos aún más complejos y laboriosos. A la exhumación de los cuerpos le seguirá un estudio antropológico, la extracción de las muestras genéticas y el cotejo.
Efectivos republicanos
¿Pero cómo contextualizar lo que se ha hallado en esta parcela? La mayor parte de soldados corresponden a la 43ª División del ejército republicano, a pesar de que también había hombres de la 11ª División, conocida como la División Lister. Cayeron durante la defensa de la Serra de Cavalls.
El hallazgo, enmarcado dentro del Pla de Fosses de la Generalitat, arroja luz en pleno debate sobre la memoria histórica y en base a una reclamación que esgrimen los mismos arqueólogos: «Venimos de 80 años de olvido».
En las fosas de Miravet se ha encontrado una mayoría de enterramientos individuales y pocos restos acumulados en diferentes niveles. «Como mucho, hemos encontrado una sobreposición de dos individuos. Creemos que iba en función de las bajas del día. Si un día tenían tres, hacían una fosa para tres. Como mucho, ponían a uno encima del otro».
Todavía resta mucho trabajo documental y de laboratorio para extraer información de los restos encontrados y corroborar los indicios hallados: «Tenemos constancia de que por la zona se movió la 11ª y la 46ª división. Pero se sabe que desde inicios de agosto hasta septiembre, que es cuando se pierde la posesión de la Serra de Cavalls, la encargada de la defensa del monte era la 43ª».
El trabajo de los antropólogos ya ha arrojado algunas pistas. La soldadura de los huesos permite apreciar que hay algún menor de 20 años, aunque la mayoría tienen más de 25. Entre la comunidad de los profesionales que han trabajado en la excavación manda la sensación de que el yacimiento de Miravet será solo el inicio. Aún queda mucho por excavar en los alrededores. «Todo apunta a que tiene que haber más restos en la zona. Estamos hablando de un lugar en el que hubo muchos combates», aporta Sergi González.