Taller Avall: El restaurador que creaba ‘gegants’ en el garaje de casa

El estudio de Reus, que empezó como un proyecto en solitario, ya cuenta con tres trabajadores y ha logrado multiplicar por 20 los encargos de restauración que recibe anualmente

05 febrero 2024 11:06 | Actualizado a 05 febrero 2024 11:09
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Taller Avall es una empresa de Reus que se dedica a la restauración y creación de bienes culturales e imaginería festiva. Todo empezó en 2013 cuando su gerente, Aleix Álvarez Vall, acabó sus estudios de escultura y restauración y conservación. Los efectos de la crisis del 2008, que aún coleaba, y los rumores sobre una recesión venidera no detuvieron al joven, que se la lanzó a la piscina. El primer proyecto que le encargaron, la creación de los gegants de la Colla de l’Institut Pere Mata, lo hizo en el garaje de casa de sus padres.

Los dos primeros años de Taller Avall fueron en este local improvisado, hasta que, cansados de encontrar yeso por todas partes, sus padres le dijeron que se tenía que buscar un nuevo taller. Encontró un local en Reus y, desde entonces, el proyecto no ha parado de crecer.

Los primeros años tenía una media de 20 proyectos anuales y ahora atiende a cerca de 400 encargos. «Empecé solo, pero ahora somos tres trabajadores», añade Álvarez. «Si seguimos con este ritmo y previsiones, la gestora me ha dicho que en 2025 podremos ser una sociedad limitada, que era mi objetivo desde un principio», celebra el restaurador.

Por sus manos han pasado piezas como los gegants americanos de Sitges, una figura muy querida en la localidad del Garraf, algunos pasos de semana Santa de Reus, imágenes festivas bicentenarias, además de haber trabajado por la Diputació de Tarragona.

Se trata de una empresa pionera en la demarcación y en Catalunya: es un sector en el que hay «intrusismo» y muchos restauradores aficionados. «Yo consideraba que era un sector que estaba explotado de forma no correcta», apunta Aleix, que añade que hay veces que se encuentra con otras intervenciones de restauración que son «barbaridades». Y la pasión de Aleix, junto a este análisis de mercado, hicieron que naciese esta empresa.

Taller Avall trabaja con dos principios, apunta el gerente: «Buscar la originalidad máxima y que la intervención sea reversible». Para conseguir esto hacen inspecciones técnicas a la figura y estudios científicos.

Después de que hayan pasado muchos gegants, capgrossos y vírgenes por su mesa de trabajo, la Generalitat ha galardonado el taller reusense con el Premi Restaura. A Aleix le ilusiona este reconocimiento, pero lo recoge con humildad: «Es un trabajo que necesita muchas horas. Nosotros las hemos metido, somos gente trabajadora y creo que el reconocimiento de la Generalitat nos llega por este sacrificio», afirma orgulloso el restaurador.

El gerente agradece el trabajo de los demás profesionales que intervienen en sus proyectos: «El éxito de nuestra empresa es el trabajo interprofesional, con los demás sectores. Nosotros no somos nada si no nos ayuda un carpintero, un cerrajero, un ebanista, un electricista».

Tras 11 años luchando por sacar adelante la empresa, Aleix anima a todos los jóvenes a marcarse objetivos y a emprender: «Se tienen que mojar. Una de las cosas que he aprendido es que nadie debe tener miedo de hacerse autónomo y tirar adelante su proyecto». Él cumple con arquetipo de joven empresario exitoso que empezó en un garaje, y asegura que una parte del éxito depende de las ganas que le ponga uno: «Es crucial querer lo que haces y creerte tus propias metas».

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