Desmantelan una fiesta ilegal en una nave abandonada en Reus

Mossos y Guardia Urbana lograron cancelar la celebración un día antes del evento. El mal estado del local (empresa Dijoc) podía suponer un riesgo grave para los asistentes

07 noviembre 2022 12:34 | Actualizado a 07 noviembre 2022 13:27
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Una actuación conjunta de la Guàrdia Urbana de Reus y los Mossos d’Esquadra ha permitido impedir la celebración de una fiesta ilegal en una nave industrial abandonada ubicada en la avenida de Falset de Reus. Actualmente está en marcha una investigación para identificar a los responsables de la actividad ilegal. La empresa, en desuso, pertenece actualmente al Banc Sabadell y eran las instalaciones de la fábrica Dijoc, una factoría dedicada a la distribución de juguetes.

Para prevenir posibles riesgos para las personas a causa del mal estado de las instalaciones (con desprendimientos muy reales y agujeros de grandes dimensiones) así como para evitar la realización de la actividad sin licencia, los cuerpos de seguridad intervinieron material diverso localizado en la nave: bebidas, instrumentos...

La Guàrdia Urbana y los Mossos d’Esquadra iniciaron el pasado viernes, día 4 de noviembre, un dispositivo conjunto al conocer a través de las redes sociales de la posible preparación de una fiesta ilegal en esta nave industrial en desuso.

Durante el control de la zona, los agentes comprobaron como las luces del interior de la nave estaban encendidas. Cuando los agentes entraron, dos individuos huyeron deprisa del lugar sin llegar a localizarlos.

En el interior de la nave se estaban realizando preparativos para la fiesta prevista para el día siguiente. Los agentes localizaron varios instrumentos musicales (baterías y guitarras), amplificadores, mezcladores de audio, todos conectados de forma ilegal al suministro eléctrico.

También se localizó una barra de bar y una nevera repleta de bebidas alcohólicas en el interior preparadas para el posible evento. Todo el material localizado fue intervenido por los cuerpos policiales.

La inspección del local también permitió constatar la peligrosidad de las instalaciones. Varias zonas del techo de la nave se encuentran apuntaladas, con riesgo de posible desprendimiento; y en el suelo se localiza un agujero de unos 10 metros de profundidad tapado con maderas, con el consecuente riesgo de caída.

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