«Soy optimista y espero recuperar mi dinero»

«Tengo unos 200 camiones afectados», dice un empresario tarraconense, crítico con los fabricantes: «Esperaba que optaran por una solución más fácil»

09 junio 2022 20:19 | Actualizado a 10 junio 2022 14:00
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«Cada año compramos entre 10 y 15 camiones, así que podemos tener más de 200 afectados. Estamos hablando de unas cantidades muy importantes», explica el responsable de una potente empresa del transporte de la provincia de Tarragona. La documentación de las compras de esos vehículos forma parte de las demandas presentadas en el Mercantil de Tarragona, en busca de una indemnización por haberlos adquiridos con sobrecoste. Un ejemplo de esta compañía puede servir para calibrar la importancia de los porcentajes indemnizatorios, teniendo en cuenta que judicialmente el cártel está más que certificado.

La indemnización de un camión que hace unos años podría costar 70.000 euros dejaría unos 7.000 en caso de establecer el juez un 10%. Sin embargo, si es un 5%, la cantidad baja notablemente. «Una desviación de un 10% puede suponer mucho, pero luego hay que añadir los intereses que se hayan generado y las costas. Pero los bufetes van a éxito, cobran una parte, así que van a intentar ir al máximo», comenta este empresario, crítico con las marcas.

«Es una reclamación justa»

«Están intentando alargarlo en el tiempo. Si hubiesen optado por entonar un ‘mea culpa’, a lo mejor se hubiese solucionado. Pero han preferido ir por estrategias de alargar todos los procedimientos en el tiempo, hasta el punto de que cuando haya una resolución en firme quizás haya empresas que ya no existan. Esperabas un poco más de ellas a la hora de resarcir a sus clientes de una manera más simple y más fácil, que reconocieran que se habían equivocado, que optaran por una solución más amistosa. Al final están enrocados, pero nosotros también en una reclamación que es justa».

Pese a todo, este transportista tarraconense tira de esperanza: «Somos optimistas, igual que lo fuimos con el céntimo sanitario, pues con esto también. O con el ‘dieselgate’. Son procesos complejos y largos, también difíciles por ser complicado recopilar según qué documentación de hace tanto tiempo».

Este afectado añade: «A nadie le gusta que le estafen y que encima, si te descubren, te pongan trabas para recuperar lo que es tuyo». Y culmina, resignado y decepcionado por lo que fue un engaño al cliente con el que se había establecido una relación estrecha: «Lo triste es que si pudieses cambiar de marca lo harías pero como fueron todos los que lo hicieron, no te queda mucha opción. Tenemos que seguir esperando. Al final, en algún momento, algún tribunal como el Supremo tendrá que establecer un porcentaje unificado, una referencia que sirva de guía».

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