La escena en la playa de L'Arrabassada de Tarragona ha terminado en una anécdota de verano, pero podía recordar la tragedia ocurrida en Cambrils la vigilan de Sant Joan, en domingo 23 de junio. Aquel día, un ciudadano inglés perdía la vida ahogado tras volcar del patinete en el que disfrutaba.
En esta ocasión, el patinete ha volcado, pero ninguno de sus integrantes ha sufrido daño alguno. El susto en el cuerpo y quizá algún que otro golpe sin consencuencias.
El patinete estaba en el límite de la zona de baño, bordeado por las boyas amarillas que delimitan el paso de embarcaciones o motos acuáticas para evitar algún accidente con los bañistas.
A esa distancia, el patinete naranja estaba bocabajo y sus dos ocupantes encima de él esperando ayuda, puesto que era imposible darle la vuelta.
Tras muchos esfuerzos, la moto acuática de la Creu Roja ha acudido al rescate de los dos ocupantes, puesto que allí no había forma de darle la vuelta al patinete acuático. Una vez en tierra, se ha remolcado el artilugio hasta la arena sin que nadie sufriera daño alguno.
La expectación en la arena ha ido en aumento, aunque nadie se ha preocupado demasiado por los dos ocupantes del patinete al verlos en perfecto estado encima del artilugio volcado.