Creando historias? Esta semana encontré un artículo interesante que presentaba una lista de cosas esenciales que un escritor necesita para encontrar la motivación. Según el artículo, estos elementos esenciales incluyen: Una habitación tranquila y acogedora, una lámpara de escritorio con bombillas de luz natural, una cafetera de buena calidad y una taza favorita, plantas naturales o flores frescas, Cuadernos, artículos de papelería, Snacks saludables, un vaso grande de agua… Suena tan simple así: podríamos hacer algunas compras ahora, poner todas estas cosas bonitas en nuestro escritorio y listo. No funciona así. Es más, es lo peor que puedes pensar. Virginia Woolf, por supuesto, era mucho más realista. Sabía que un escritor, en particular una mujer, necesitaba principalmente un espacio propio. Además de algo de dinero e independencia. Susan Sontag argumentaría que, además, uno debe tener una curiosidad mental insaciable, casi una obsesión. Anais Nin, una diarista tenaz, diría que lo que un escritor necesita es llevar siempre un diario. Ella misma empezó a hacerlo de niña y no paró hasta su muerte a los 74 años. Ernest Hemingway, como siempre, era brillantemente directo. Razonó que para escribir bastaba con sentarse a escribir a máquina y sangrar. Yo añadiría, y madrugar.