La reforma del Raval de Santa Anna de Reus suprime 30 plazas de parking para motos

La transformación del Raval de Santa Anna y la calle de Salvador Espriu en zonas peatonales ha comportado, de rebote, la desaparición de una treintena de plazas de parking para motos. Los usuarios ya alertaban, anteriormente, de la dificultad de estacionar en la zona del centro, sobre todo en horas punta. Ahora, denuncian que todos los parkings de motos «están colapsados».

Los aparcamientos que han desaparecido con la ejecución de la segunda fase de peatonalización del Raval Santa Anna son las seis plazas del mismo arrabal –en el cruce con calle Santa Anna– y el parking de la calle Salvador Espriu, que contaba con 23 plazas. Este último era el de mayores dimensiones de todo el Tomb de Ravals y siempre estaba lleno. En su totalidad, el Tomb tenía hasta el momento 120 aparcamientos de motos y, ahora, se ha quedado con 91, lo que supone una pérdida del 24% de las plazas.

De momento, el consistorio tampoco tendría la previsión de crear nuevos parkings para compensar la pérdida. Como recuerdan fuentes municipales consultadas, la apuesta es la movilidad sostenible, sacando los vehículos motorizados del centro y destinando más espacio al peatón y a la bicicleta. De hecho, se plantea ir peatonalizando los arrabales. De ser así, el resto de parkings para motos de todo este ámbito también irían desapareciendo en un futuro.

Parkings colapsados

Prácticamente a cualquier hora, los parking para motos del centro suelen estar llenos. Entre las zonas más solicitadas destaca la plaza de la Llibertat, con una cuarentena de plazas; o los arrabales de Martí Folguera y de Jesús, con cinco zonas de aparcamiento que suman 58 plazas.

«Son parkings que antes ya estaban colapsados», recuerda Josep Lluís, vecino de Reus que siempre se mueve por la ciudad con moto haga el tiempo que haga. Con la supresión de las plazas de la zona del Raval de Santa Anna, que absorbía un importante volumen, «estas motos han tenido que desplazarse a otros puntos que, si ya era complicado aparcar, ahora, prácticamente imposible», se queja Josep Lluís. Además, con la primavera y la llegada, en breve, del verano, recuerda que más gente se anima a circular con moto «e iremos a peor».

Otros parkings algo más alejados del centro también están ahora más solicitados que nunca. Es el caso de los que hay en la calle de Sant Joan. En muchas ocasiones, al estar llenos, algunos usuarios optan por estacionar en la acera. Una imagen que suele repetirse a diario, sobre todo a primera hora de la mañana y al mediodía, aunque ahora es a prácticamente cualquier hora del día. Pero algunos, han sido multados por la Guàrdia Urbana. A Josep Lluís le sucedió hace pocos días. No obstante, «si tengo que ir al centro y no encuentro plaza, la seguiré dejando en alguna acera, en un puesto que no moleste», admite. Y es que, como recuerdan los usuarios, «coges la moto por la comodidad de poder aparcar cerca. Si no puedes hacerlo, no tiene sentido».

Otro usuario que trabaja en pleno centro de la ciudad cuenta que si hay sitio mira de aparcar en la plaza de la Llibertat, «pero muchas veces está todo ocupado». En este caso, deja la moto al lado de su puesto de trabajo, en la acera, «y de momento nadie me ha dicho nada», explica.

774 motos más que en 2021

Estas casi 30 plazas de parking de la zona del Raval de Santa Anna han sido suprimidas en un momento en el que la tendencia de motos y ciclomotores está al alza. Es difícil saber cuántos vehículos de estas características se mueven a diario por la capital del Baix Camp, dado que muchos usuarios proceden de fuera de la ciudad. Pero sí que hay un indicador que muestra este incremento del uso de la moto: el censo de vehículos de tracción mecánica. Según este censo, consultable al portal Open Data del Ayuntamiento, actualmente hay en Reus 8.453 motocicletas (643 más que en 2021) y 2.361 ciclomotores (131 más que 2021). De plazas de parking en la ciudad hay más de 300.