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    Los polideportivos ligeros de Reus llegan al límite de su capacidad

    La alta demanda agota las horas útiles para clubes y entidades en los ‘polilleugers’. El Ayuntamiento abrirá otro en 2024 junto a la Escola Marià Fortuny, ahora en tramitación, y estudia aún uno más

    05 febrero 2023 18:16 | Actualizado a 06 febrero 2023 07:00
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    Los polideportivos ligeros de Reus, los polilleugers, han alcanzado el límite de su capacidad. Así lo refleja la última memoria técnica elaborada por la empresa municipal Reus Esport i Lleure (Rellsa), con datos de 2021, que detalla que ya entonces «la alta demanda de espacios tipo pabellón obliga a limitar el crecimiento del volumen de horas de empleo de las entidades usuarias».

    Las instalaciones anexas a las escuelas Ciutat de Reus, Alberich i Casas, Cèlia Artiga y Joan Rebull –estas dos, las construidas más recientemente– resultan muy bien valoradas por los colegios a los que prestan servicio. Pero también son notablemente solicitadas por clubes y grupos de deportistas del municipio, que no siempre tienen acceso a ellas porque no quedan franjas útiles libres.

    El Ayuntamiento tiene en cartera la construcción de un quinto polilleuger, el Marià Fortuny, que debería abrir en 2024; y perfila otro cuya ubicación no se ha concretado. Mas Iglesias lleva mucho esperando el Pavelló del Molinet. La Associació de Veïns El Roserar lo reclama y el PSC también lo hizo.

    Consultado sobre los polilleugers, el concejal de Esports, Pep Cuerba, indica que «la versatilidad de estas instalaciones nos ha permitido cubrir un amplio abanico de necesidades, no solo para la comunidad educativa y las actividades deportivas extraescolares, sino también a nivel de clubes y asociaciones deportivas que necesitan un espacio así». «Eso ha hecho», añade, que «los polilleugers tengan una demanda de uso muy elevada y se haya cubierto la ocupación en casi todas las franjas horarias».

    Cuerba sostiene que es justo eso lo que «nos empuja a seguir ampliando esta red» y señala que el futuro polideportivo ligero anexo a la Escola Marià Fortuny «sigue adelante en su tramitación» y que «trataremos de sacar adelante el estudio de otro para continuar respondiendo».

    Un gran avance para las escuelas

    La utilización de los polilleugers se divide en dos ámbitos: por las mañanas, las pistas son para uso escolar en horario lectivo y extraescolar en horario correlativo al lectivo, y se dedican a uso social deportivo por las tardes y los fines de semana.

    El director de la Escola Joan Rebull, Jordi Poveda, explica que el polideportivo vinculado al centro es, en su caso, «una aula más» que «se ha integrado en la vida de la escuela». «Hacer deporte en él, para los niños, es como un premio», valora, y recuerda que «el lateral tiene unas puertas correderas abiertas hacia el patio y eso da muchas posibilidades». La construcción de las instalaciones «fue una gran noticia para la escuela», donde están encantados con ellas. «Todo es muy positivo», subraya Poveda.

    En cuanto a entidades, el Club Voleibol Reus es una de las que aprovecha los polilleugers. Preguntado por ello, su presidente, Josep Maria Cano, recuerda que «empezamos en el Ciutat de Reus y ahora estamos básicamente en el Joan Rebull, que es más nuevo, está muy pulido y tiene diferencias respecto a los más antiguos». «Las instalaciones están bien y el mantenimiento es correcto», señala. Como usuario, Cano tiene conocimiento de que «la vida que ofrecen es de cuatro o cinco horas, que es la que pueden dar, y para las franjas útiles hay muchas peticiones y están cogidas». Por eso, «todo lo que sea generar nuevos espacios dará oxígeno a los clubes», valora.

    El papel de los vecinos

    Y en Sol i Vista, Eusebio Macías, vicepresidente y encargado de las actividades deportivas de la asociación de vecinos del barrio en el que se enclava el polilleuger Cèlia Artiga, comenta que «cogimos horas al principio», aunque «nos cuentan algunos equipos y amigos de varias zonas que no tienen sitio para jugar y les invitamos a venir con nosotros, porque en el Pavelló Olímpic tampoco sobran horas». «Hacen falta más equipamientos para los jóvenes», opina Macías, y asegura que, «aunque el Ayuntamiento nos dijo que tendríamos prioridad, a menudo no podemos usar la pista porque está ocupada por clubes privados».

    La misma memoria de Rellsa precisa que «esta limitación en la disponibilidad de horas de uso es una realidad que se plantea a las entidades usuarias de las instalaciones municipales deportivas desde el inicio de su actividad, para que adapten su crecimiento a la disponibilidad de espacios y horarios y así garantizar un buen nivel de calidad en el desarrollo de la actividad y evitar el sobreempleo».

    En el análisis de la ocupación de franjas horarias, la empresa municipal pone el cartel de «máxima» en todos los polideportivos ligeros. En el caso del Ciutat de Reus y del Alberich i Casas, por ejemplo, especifica que en la temporada 2021-2022, «el crecimiento del volumen de participantes de las entidades usuarias obligó a reestructurar horarios» y «el espacio no tiene turnos libres en momentos punta». El Cèlia Artiga también llegó al tope y el Joan Rebull hizo ajustes.

    De media y en conjunto, el aprovechamiento de las pistas ronda las 3.700 horas por temporada.

    En otro orden de cosas, aunque sin relación con los polilleugers, el Club de Futbol Reus de tota la vida se queja de no poder disfrutar de instalaciones municipales. Su caso es distinto. El presidente de la entidad, Lluís Llauradó, expone que el club no fue avisado sobre un adelanto de los plazos de solicitud de uso de campos al inicio de temporada y no se le permitió formalizar la petición. A raíz de eso, «a pesar de que habríamos querido disponer de cualquier campo municipal, no nos queda más que alquilar en el Pare Manyanet», lamenta Llauradó.

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