Ninguna ciudad se escapa del sintechismo. Múltiples razones pueden llevar a un individuo a quedarse sin hogar y, además, de no disponer de alternativa, lo que les evoca a dormir en la calle. En el caso concreto de Reus, hay detectadas un total de ocho personas que pernoctan habitualmente en la intemperie. La cifra aumentó en verano con la llegada de seis personas más que estaban de paso por la ciudad. Una realidad de la que el Ayuntamiento tiene conocimiento a través del trabajo conjunto que, desde hace año y medio, están llevando a cabo profesionales del Pla Local d’Inclusió Social (PLIS) de Benestar Social y distintas entidades sociales. Entre las tareas que se desarrollan hay rutas semanales con el fin de detectar los casos y poder, así, hacer seguimiento y destinar un educador social para dar apoyo individualizado a cada una de las personas.
Desde la concejalía, se destaca que la cifra es «reducida en comparación con otras ciudades». Aunque, no por esto, se le saca importancia. «Queremos trabajar esta problemática y atender a cada una de las personas que viven en esta situación», señala la concejala de Benestar Social, Montserrat Vilella. Con este objetivo se creó, a principios de 2018, una red integral de entidades sociales para la atención de las personas que se encuentran en exclusión residencial. En este año y medio, los profesionales del PLIS se han reunido en cinco ocasiones con estas entidades. Encuentros con los que Benestar Social conoce, de primera mano, la situación de la ciudad y la realidad de cada uno de los casos. Con esta información, se establecen mecanismos de trabajo conjunto. «Por ejemplo, el pasado mes de enero, un equipo de voluntarios de Creu Roja y Protecció Civil, acompañados de Guàrdia Urbana y coordinados a través del PLIS, pudieron ir cada noche en los puntos donde se encontraban estas personas y ofrecerles alojamiento, mantas, bebidas calientes y comida», se recuerda desde la concejalía.
De Polonia a Reus
Entre los sintecho de Reus se encuentra Martin. Se sienta cada mañana, junto a su perro Rambo, en la esquina de la calle Ample con la plaza del ‘Condesito’. Tiene 46 años y es de Polonia. «Pasé por Italia, Alemania, Francia, Barcelona hasta llegar a Reus», recuerda. No tiene trabajo. Tampoco casa, aunque explica que vive en una masía abandonada de la zona de AgroReus, sin luz ni agua. Come, se ducha y limpia la ropa en Cáritas. Asegura que le gustaría trabajar, pero dice no encontrar nada «y el Ayuntamiento tampoco me ayuda», asegura. Hace ocho años que se sienta en este punto de la calle Ample con la esperanza que, algún día, pueda salir de esta situación en la que se ven sumergidas siete personas más de Reus.
Las actuaciones
Benestar Social del Ayuntamiento de Reus ha coordinado, este última año y medio, las siguientes actuaciones:
- Compartir datos de las personas sin hogar para mejorar el seguimiento de cada caso.
- Reforzar el protocolo en caso de emergencia.
- Cada semana se hacen rutas por las calles de la para detectar personas sin hogar.
- Dar a conocer a las entidades sociales el protocolo de actuación acordado entre Guàrdia Urbana y Benestar Social.
- Apoyo individualizado a cada uno de los sintecho con educadores sociales.