Reus pide comercios, equipamientos culturales y más zonas verdes en el Carrilet

Cerca de 2.200 personas sugieren nuevos usos para transformar esta área a través de un proceso participativo que remarca la necesidad de servicios sanitarios y espacios al aire libre

04 febrero 2022 16:19 | Actualizado a 04 febrero 2022 16:24
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Un total de 2.169 personas han respondido al proceso de participación ciudadana para la transformación urbanística del entorno del Carrilet, iniciado por el Ayuntamiento el 13 de septiembre y que concluyó el 26 de diciembre de 2021. Han realizado, tal como precisó ayer la concejala de Urbanisme, Marina Berasategui, hasta 4.908 aportaciones en diferentes formatos. En cifras, cerca del 89% de las sugerencias registradas tienen que ver con la reconversión urbana. De estas, un 40,5% guardan relación con algunas edificaciones que los vecinos consideran que debe haber en esta área del municipio y otro 44,3%, con mejoras en el espacio público.

Bajando al detalle de los usos, en general, la ciudadanía reclama principalmente equipamientos socioculturales «como salas polivalentes, bibliotecas, espacios cívicos o para jóvenes» y también de tipo sanitario y asistencial, «centros de atención primaria o centros de salud mental» en el Carrilet. Los participantes en el proceso piden más locales comerciales –dentro del sector terciario, estos copan el 98,4% de las iniciativas– del estilo de «quioscos, panaderías, pescaderías o carnicerías», tal como concretó Berasategui. En cuanto a los espacios públicos, los de actividades se llevan un 67,5% de las ideas aportadas, especialmente «zonas de encuentro, zonas de juego, donde poder relacionarse o donde hacer deporte», pero la población también destaca la importancia de contar con espacios naturales. 

La intención de partida del gobierno era situar en el Carrilet un albergue-residencia que durante el curso académico funcionase como residencia de estudiantes y fuese albergue familiar en fin de semana, un espacio para entidades y artistas, remodelar la estación de autobuses, y generar espacios de coworking y vivienda dotacional para jóvenes, así como un nuevo punto de venta de producto fresco y de proximidad. 

Berasategui explicó ayer que la actuación en el Carrilet «tiene que ser un equilibrio entre nueva edificación pero también intervención en el espacio público» y dijo que el barrio «quiere equipamientos y ser un polo a nivel de ciudad, cosa que coincide con la voluntad del gobierno».

También, «existe una demanda clara de comercio al detalle» y «la gente busca una ciudad habitable, amable y con todo al alcance». Los planes «prevén la oferta de producto fresco y de proximidad», tras el anunciado cierre del Mercat del Carrilet. La concejala precisó, por otro lado, que «nuestra propuesta era impulsar un equipamiento ligado a la vida cultural y asociativa, y muchas sugerencias han sido en este sentido», y añadió que «otras actividades muy demandadas son las asistenciales y sanitarias y, podremos alinear esta necesidad con el impulso a los servicios que se prestan ahora en el CAP Horts de Miró y la planificación del desdoblamiento del CAP Sant Pere lo ubicará en la parte norte del área de influencia del Carrilet». 

Además, «la propuesta inicia del gobiernol también planteaba un uso económico, terciario» y «el diseño potenciará la accesibilidad y la calidad de las zonas verdes para el disfrute de los vecinos, cuestión con la que igualmente coincidimos». En cuanto al albergue-residencia y la vivienda dotacional para jóvenes, «el Ayuntamiento los plantea como una necesidad de ciudad, elementos que Reus, con 107.000 habitantes y capital de comarca, no tiene y debería tener; los pensamos como un eje de impulso de la nueva centralidad de la zona que complementase la vida cotidiana y contribuyese a la habitabilidad y la convivencia». Pese a que la ciudadanía no lo ha demandado explícitamente, «creemos que sí hay margen de encaje». En el apartado de la movilidad, «ya es sabido que se percibe que la estación –de buses– necesita un cambio, que debe generar luna mejor sensación de seguridad, más iluminación y más actividad y, como estamos completamente de acuerdo, lo estamos trabajando con la Generaliat y lo haremos de la mano del Departament». 

También en el ámbito de las propuestas, el otro aspecto destacado del proceos son los criterios para la transformación urbanística y la nueva edificación. Entre los diez más mencionados por la ciudadanía están que los futuros edificios tengan un carácter discreto e integrado en el entorno; mantenerlos limpios y cuidados; que la transformación genere un ambiente de bienvenida, seguridad, inclusión y transparencia; utilizar vegetación autóctona; mejorar la conectividad entre el centro y la zona sur; que el estilo de los futuros edificios sea moderno; garantizar la movilidad en coche y rehabilitar los edificios en mal estado y mejorar la situación general que presentan los espacios públicos y calles.

El anteproyecto y el planeamiento

En definitiva, «estamos satisfechos por el buen nivel de participación que ha habido, por el interés que la ciudadanía nos ha transmitido con sus propuestas y haciéndonos llegar su voz», valor Berasategui, que dijo que «estamos contentos por el nivel de coincidencia entre la propuesta inicial del gobierno y las aportaciones que ha hecho la ciudadanía, que pensamos que avalan nuestra óiniciativa para seguir trabajando». Y es que «lo que hemos elaborado ahora son los planes, no se trata de una votación vinculante». En las cifras aportadas por el Ayuntamiento no se ha hecho distinción entre la opinión de los vecinos de la zona y la del resto de Reus. Otra conclusión que arroja el proceso participativo es que un 70,9% de los que respondieron cree que hay algún tipo de barrera –de tipo mental o física– que separa el Carrilet de la ciudad.

La concejala considera «conseguidos» los objetivos del proceso participativo para «transformar la zona de los vecinos, que más allá de ser su zona también es nuestra ciudad». A partir de aquí, «con estos criterios y estos usos fijados», tal como especificó Bersataegui, «seguiremos avanzando, se cerrará y publicará el informe con toda la información y emprenderemos los encargos técnicos para sacar adelante la redacción del anteproyecto y correspondiente modificación del planeamiento urbanístico que nos permita luego ejecutar los proyectos de transformación física». De todo lo recogido, lo que se acabe trasladando a la realidad lo definirá el proyecto aunque «vamos hacia un uso sociocultural y hacia un espacio ‘vivible’». El concurso permitirá «elegir entre propuestas».

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