La Guardia Civil realiza un ejercicio táctico marítimo en Tarragona

La Guardia Civil llevó a cabo en la mañana del pasado jueves, 27 de noviembre, un ejercicio táctico en el entorno marítimo del Port de Tarragona, con el objetivo de mejorar la interoperabilidad, la coordinación y la capacidad de respuesta de distintas unidades ante situaciones de riesgo en el medio acuático.

El simulacro recreó la presencia de una embarcación amarrada en las proximidades del muelle de inflamables, impidiendo de forma voluntaria el atraque de un metanero. Ante esta supuesta situación, el Capitán Marítimo ordenaba la retirada inmediata del buque para garantizar la seguridad y continuidad del tráfico marítimo. 

En el ejercicio, parte de la tripulación —seis personas en total— se negaba a obedecer las indicaciones de la Guardia Civil, quedando encerrados en el interior de la embarcación el capitán y el contramaestre.

En el ejercicio participaron:

· Servicio Marítimo Provincial de Tarragona, con sus tres embarcaciones adjudicadas —Río Francolí, Río Martín y S-30— y un total de 9 agentes.

· Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de Tarragona, con 14 integrantes.

· Unitat d’Intervenció i Suport (UIS) del Servei d’Emergències Mèdiques (SEM), compuesta por dos enfermeros y un técnico en emergencias sanitarias.

Durante la primera fase del ejercicio, se efectuó el abordaje de la embarcación, accediendo a la misma tanto personal patrón y mecánico como binomios de salto, junto a la UIS-SEM. 

En esta intervención, se simuló que uno de los componentes del equipo de asalto era gravemente herido, teniendo que ser asistido de forma inmediata por la UIS para efectuar su estabilización hasta que se efectuara la evacuación. Posteriormente se realizó un segundo ejercicio, donde se simulaba el asalto a una embarcación que se encontraba en movimiento.

Los objetivos que se perseguían con el ejercicio se basaban principalmente en mejorar la interoperabilidad entre distintas unidades en un entorno marítimo el cual, por sus características, puede dificultar la aplicación de procedimientos y técnicas tanto policiales como médicas. 

Estos objetivos se alcanzaron ampliamente, destacando la mejora de la interoperabilidad entre unidades y la eficacia en la resolución de situaciones simuladas de riesgo real. Se evaluaron tiempos de abordaje, control de tripulación, neutralización de amenazas y seguridad de los operadores, constatando una respuesta ágil y coordinada.