Patrimonio
Cómo adentrarse en un castillo del siglo XII en Tarragona
La familia Trillas impulsa la apertura al público del emblemático Castillo de Tamarit, después de haber adquirido la sociedadpropietaria
Las visitas guiadas comenzaron este sábado.
Después de estar decenas de años cerrado al público –se abría solo una parte para celebrar bodas–, desde ester sábado se puede visitar el Castillo de Tamarit, una fortificación del siglo XII al lado del mar Mediterráneo. Ello es posible después de que la sociedad Branding Finestra SL –de la familia Trillas, propietaria del camping del mismo nombre– haya adquirido la empresa Immobiliària Betrén el pasado 28 de octubre, propietaria de la fortaleza. Así lo ha asegurado el Diari el nuevo administrador único de dicha inmobiliaria, Roger Trillas.
Antes, la familia Trillas ya había comprado unas 200 hectáreas de terreno situado al otro lado de la autopista AP-7, donde se encuentran Mas del Mèdol, Mas del Cusidó y Sant Simplici. En los tres casos se prevé restaurar estos edificios y los alrededores. Las dos primeras masías, si el POUM se lo permite, piensan convertirlos en casas rurales.
La negociación para la adquisición del Castillo de Tamarit se inició el año pasado, con la intención también de adquirir las 200 hectáreas de terreno. «No teníamos claro si la Generalitat se acogería a su derecho de tanteo». Por ello, separaron la compra en dos partes. Primero fueron a por el terreno y después a por el castillo, «aunque no tuvimos claro del todo la adquisición hasta que dijo que ‘no’ se presentaba». Y hace menos de dos meses se hicieron con el fortaleza con la adquisición de la sociedad.
Bodas y banquetes
Hasta hora, el castillo no era visitable. Sí que desde principios de los años 90 se hacían bodas. Ello seguirá igual y con la misma empresa, AG Planning. Pero a partir de ayer se puede recorrer este espacio histórico. Este sábado y mañana se han programado visitas, en grupos de unas veinte personas, a las 16 y 17 horas.
El precio es de 8 euros los adultos (más de 16 años) y cuatro los menores (de 2 a 16 años). Es gratis para los menores de dos años.
Las entradas se pueden adquirir en la web del camping Trillas. Roger asegura que si las visitas son un éxito, se irá ampliando el calendario.
La visita, de una hora de duración, recorre todas las estancias del castillo excepto la casa del masovero –que no tiene nada de histórico– y las cocinas donde se prepara la comida para los banquetes.
Los visitantes podrán ver las 20 habitaciones tal como las dejaron los antiguos inquilinos –el complejo fue adquirido en 1916 por el empresario americano Charles Deering-, la bodega –con botellas de vino de 1907- y otras estancias. El itinerario termina en el patio de la iglesia, donde los asistentes son invitados a beber una copa de cava, de vino o de zumo.
Por el momento, el castillo seguirá con la actividad actual, la de convenciones o banquetes. «Convertirlo en hotel no es nuestra idea principal», reconoce Roger Trillas, «pero no se descarta que si algún invitado de una boda quiera alojarse, se pueda hacer».
Fira de Nadal
Por otra parte, los visitantes que durante estos días acudan al castillo se encontrarán con la Fira de Nadal. La plaza se llena de paradas de aceites, cavas, vinos, actividades familiares y gastronomía, todo en medio de una ambientación navideña. Sin olvidar la presencia de animales, como un burro, una vaca u ovejas.
La feria está abierta los días 30, 21, 26, 27, 28 y 31 de diciembre y 3 de enero. Hay que reservar la entrada y va por franjas horarias. Abre puertas a las cinco de la tarde y cierra a las nueve de la noche. La entrada cuesta tres euros y los beneficios se destinan a las asociaciones que forman parte del proyecto Càmping per a Tothom.
Las masías
En esta fase de expansión de la familia Trillas se ha incluido la compra de 200 hectáreas de terreno, donde hay tres masías importantes: Mas del Mèdol, Mas del Cusidó y Sant Simplici. «Intentaremos recuperar muchas hectáreas, en las que hay algarrobos antiguos y olivos. La intención es recuperar la zona y hacer lo posible para que no se vuelva a quemar».
Los primeros trabajos, según Roger Trillas, será restaurar Sant Simplici, una torre de vigía construida posiblemente en el siglo XI y está declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). Se comenzará por ella «porque es la más pequeña y fácil».
El siguiente paso será Mas del Mèdol, declarado Bien Cultural de Interés Local (BCIL). El jardín alberga elementos procedentes de bloques de la cantera romana del Mèdol. Esta masía como mínimo tiene el techo. Finalmente, la torre de Mas Cusidó –también Bin Cultural de Interés Local- cuenta con las cuatro paredes. Hay un trozo de techo que se tiene que arreglar. «Esta sería ya a largo plazo», dice Roger Trillas.
Añade que el futuro destino de estos monumentos pasa «por lo que nos pueda dejar hacer el POUM». La idea es que las dos masías puedan convertirse en casa rural.