La marcha del 8M ha arrancado directamente con un cambio de guión y, en lugar de comenzar por el recorrido previsto se ha dirigido a los juzgados. Allí ha resonado el audio del interrogatorio del juez Adolfo Carretero a la actriz Elisa Mouliaá por su denuncia de agresión sexual contra Íñigo Errejón para dejar en evidencia como la justicia, en casos de violencia machista, trata a las víctimas.
Como es habitual en estas convocatorias ya solo las y pancartas han sido toda una declaración de intenciones, como el que llevaba Mónica Prytz, en el que se invitaba a rellenar las casillas para saber las causas de violación: «ropa, alcohol, ir sola, violadores». Esta última, claro está, era la respuesta correcta. Cuenta la autora que le gusta salir a fiestas de tecno y está «cansada de ir con miedo por la calle».
Y es que los carteles (los había desde hechos con cartón hasta otros decorados con purpurina y pegatinas) eran un reflejo de la variedad de perfiles que esta tarde se juntaban en un río lila que, según las organizadoras llegó a las tres mil personas y que según la Guàrdia Urbana se quedó en más de 700.
La manifestación había sido convocada por la Plataforma Feminista del Camp. A la misma se sumaron, (aunque participaron en la organización) distintos partidos políticos, entidades y sindicatos de la ciudad reunidos en el Bloc d’Aliances Feministes, así como numerosas entidades y personas a título particular.
De todas las edades
Entre los manifestantes había una buena representación de familias con niños. Es el caso de un grupo de la Escola El Miracle. Sol, una niña de ocho años, explicaba que no es su primera manifestación del 8M y que le gusta participar porque cree en la igualdad y en días así siente el apoyo de sus compañeras.
Había también familias enteras, como el caso de las Roig Melià, que cada año quedan para comer e ir a la manifestación y que ayer reunían a mujeres de tres generaciones.
Ayer tuvieron un papel muy destacado las mujeres migrantes, en especial las asociaciones de mujeres africanas que lanzaron consignas como «Aquí estamos las antirracistas».
A su paso por el Departament d’Educació han aprovechado para pegar carteles contra el cierre de líneas en la escuela pública o a favor del la internalización de quienes trabajan en las escuelas en comedores, como monitoras o limpiadoras, puesto generalmente ocupados por mujeres con empleos precarios.
También hubo una parada delante de la iglesia de Sant Francesc para criticar el papel de la iglesia en asuntos como el aborto. Allí volvían consignas de sobra conocidas como el «nosotras parimos, nosotras decidimos».
Una vez en la Plaça de la Font, la última parada de la manifestación, el discurso se centró en el lema de este año: «Contra el fascismo más feminismo».
Oleada reaccionaria
Entre las proclamas se insistía en que «Hay una oleada reaccionaría a escala mundial, antifeminista, que cuestiona todas las victorias logradas gracias a años de lucha y movilización.... Que vean que no los tenemos miedo, que les haremos frente y continuaremos ganando derechos para lograr vidas dignas para todas».
En el discurso final las participantes señalaban que «hay que responder con más fuerza que nunca ahora que los diferentes poderes que han visto en juego sus privilegios están impulsando toda una maquinaria para dividir y desacreditar el feminismo. Volvemos a los tópicos de siempre: que estamos locas, que somos unas mentirosas, que no somos bastante sumisas... Hay quién dice que el feminismo ha ido demasiado lejos, hay quién se sitúa como víctima del feminismo y dice que por culpa nuestra ‘ya no se puede hacer nada’. Son los que han visto tambalear sus privilegios y han puesto en marcha toda una maquinaria antifeminista para ir contra nosotras», señalaban, indicando que “nos tienen miedo, porque han podido ver la capacidad transformadora del feminismo».
Visto y oído
l «No es muerte, es asesinato»
l «Con ropa o sin ropa, mi cuerpo no se toca»
l «Que el privilegio no te nuble la empatía»
l «No estamos todas, faltan las que limpian»
l «Sola, borracha, quiero volver a casa»
l «Sin las niñas, no hay revolución»
l «No quiero ser valiente, quiero ser libre»
l «Tranquila, hermana, aquí está tu manada»
l «Si un día no regreso, quemadlo todo»
l «No es no, y el resto es violación»
l «La ley de extranjería mata mujeres cada día»
l «Fuera rosarios de nuestros ovarios»