Un interno de la prisión de Tarragona juzgado por haber violado supuestamente a su compañero de celda ha sido finalmente absuelto por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona. El acusado se enfrentaba a nueve años de prisión por un delito de agresión sexual, ademas de indemnizar a la supuesta víctima con 900 euros por las lesiones y 15.000 por las secuelas y daño moral. La Generalitat hubiera sido la responsable civil subsidiaria.
La sentencia declara probado que el 1 de setiembre de 2012, el acusado compartía celda con la presunta víctima. Se encontraban en un camarote del departamento especial por haberlo solicitado ambos, al parecer para salvaguardar su vida o integridad física. Allí se hallaba también otro interno, que compartía la celda –situada a unos dos metros del lugar ocupado por los funcionarios de prisiones encargados de velar por el orden y la seguridad de dicho módulo especial– como mínimo desde hacia quince días.
Se quedaron solos
Después de comer, procesado y supuesta víctima se quedaron solos en la celda –el tercer interno salió al patio–. Al día siguiente, el presunto violado fue reconocido en el Hospital de Santa Tecla de diversas lesiones y sufriendo estrés postraumático. Sin embargo, para los magistrados no quedó probado que hubiera habido violación.
Según la Audiencia Provincial, en el relato de la presunta víctima hay un «grave déficit en la persistencia incriminatoria». Y es que hay contradicciones entre los manifestado durante el juicio y lo que dijo en su día durante la instrucción del caso. Por ello, los magistrados consideran que existe una «escasa fiabilidad» en la información transmitida por el mismo durante su comparencia en la vista oral.