«Sobre el papel todo es fácil, lo difícil viene cuando tienes que construirlo en la vida real», dice Jose Luís Ramírez, investigador del Departament d’Enginyeria Electrònica, Elèctrica i Automàtica de la URV y tutor del proyecto URVoltage Racing. En el mismo participan una veintena de alumnos de diversos estudios de ingeniería y ya han constatado con creces lo que dice este profesor: están desarrollando una moto de carreras.
El vehículo que están construyendo les permitirá participar en la competición MotoStudent 2025, que tendrá lugar el otoño que viene en el circuito de Alcañiz. Se trata de una competición entre estudiantes universitarios de todo el mundo. La del año que viene será la cuarta vez que un equipo de la URV participa en la carrera.
Eric Márquez, estudiante del grado en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática explica que desde la organización dan a todos los equipos participantes el mismo motor, los frenos y las ruedas; todo lo demás lo deben diseñar y construir desde cero. «Y las cosas no siempre funcionan, así que te toca pasarte mucho tiempo buscando el error y aprender de ello», reconoce.
Los futuros ingenieros que participan en el prototipo lo hacen en horario extraescolar, incluidos fines de semana.
Aprender de la experiencia
Para mostrar cómo trabajan, la presentación del proyecto tiene lugar en el taller ubicado en el Campus Sescelades.
A modo de ejemplo nos muestran la última moto que diseñaron, la de 2023. Con ella quedaron en la mitad de la tabla: en el lugar 23 de 46. Hay que aclarar, no obstante, que en la competición no solo se tiene en cuenta la carrera como tal, sino que se van otorgando puntos durante el desarrollo.
El equipo ya cuenta con algunos patrocinadores que les han aportado material, dinero o, incluso conocimiento porque les han llevado a sus plantas para ver cómo resuelven ellos asuntos que necesitan para la puesta en marcha de la moto. Se trata, no obstante, de un proyecto costoso, por lo que toda la ayuda será bienvenida.
Respecto a la moto de 2023 uno de los aspectos a mejorar es encontrar una batería más eficiente y que ocupe menos sitio, ya que la anterior era muy voluminosa por lo que la moto pesaba 200 kilos.
Con todo y a modo de ejemplo, Márquez saca la moto, de color granate, por el aparcamiento de la universidad. La misma podría alcanzar hasta 200 kilómetros por hora, pero visto el entorno solo se puede hacer un paseo. Apenas hace ruido.
Durante la competición del año que viene, no obstante, la encargada de llevar la moto será Lua Vizcaino, una piloto federada.
La competición se celebra cada dos años y los estudiantes de años anteriores han acudido al taller a contar a los nuevos cómo desarrollaron su moto; las dificultades que se encontraron y a darles ideas de cómo hacerlo mejor.