Los bolardos de hormigón todavía no se irán de la Rambla

Los elementos de seguridad instalados tras los atentados terroristas permanecerán en el sitio al menos durante el primer trimestre del 2018. Otras ciudades ya han optado por soluciones definitivas y más estéticas

19 diciembre 2017 08:37 | Actualizado a 19 diciembre 2017 08:48
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«Cuando se trata de seguridad hay poco que decir. Creemos que estas barreras deben estar allí, pero también sentimos que ya se podría haber buscado una solución más estética». Así habla Salvador Minguella, presidente de la asociación de comerciantes Vía T de Tarragona. Su comentario resume el sentir de muchos ciudadanos que siguen viendo como los enormes bloques de hormigón pintados de azul presiden todas las entradas peatonales de la Rambla Nova.

Núria Sabat, presidenta de la Associació de Veïns Tarragona Centre, considera que «no se pueden eternizar estos mamotretos en una Rambla que es la columna vertebral de la ciudad y por donde se pasean muchos ciudadanos y turistas a diario... Es una pifia estética».

Los elementos de seguridad, instalados para evitar un ataque con vehículos, se colocaron allí en verano, después de los atentados de Barcelona y Cambrils, y allí siguen. Las barreras, de modelo New Jersey, son propiedad del Port de Tarragona.

Al contrario que en Tarragona, otras ciudades ya han optado por soluciones definitivas. Las barreras han dado paso a otros elementos como papeleras de hormigón, bancos con patas de hormigón, jardineras y pilonas tanto fijas como movibles.
En la Rambla de Barcelona, epicentro de los ataques, se colocaban la semana pasada los primeros bolardos permanentes en forma de pilonas por recomendación de la Junta de Seguridad Local («esta sería la opción ideal en Tarragona», opina Sabat). En otras zonas, como por ejemplo en la Sagrada Familia, ya se había optado por la colocación de jardineras.

En Cambrils, la otra localidad afectada por los ataques, se ha decidido no dejar los bloques de manera permanente, sino colocarlos los miércoles de mercadillo.

En otras localidades, como en Reus, se instalaron inicialmente bloques de hormigón en plazas y zonas peatonales, pero después se les sustituyó definitivamente por jardineras.

Pendientes del traslado del mercadillo

Desde el Ayuntamiento de Tarragona condicionan el cambio de estas barreras de hormigón por otros elementos más integrados en el entorno al traslado del mercadillo a la plaza del Mercat Central.

Apuntan fuentes municipales que «los bolardos que hay actualmente en la Rambla Nova son provisionales. Ahora mismo no se puede dar una solución definitiva, porque el mercadillo de los martes y jueves se instala allí. Una vez la plaza Corsini esté terminada, durante el primer trimestre del año próximo, las paradas se trasladarán. Entonces se tendrá que arreglar el suelo de la Rambla Nova. En este sentido, hay diferentes posibilidades: alicatado, asfaltado, etc... En cuanto a las pilonas o bolardos, el Ayuntamiento estudiará cuál es la mejor solución para que sean seguros y estéticos y esto formará parte de la solución integral de la Rambla, junto con el cambio del suelo y otras mejoras que puedan surgir».

Cuando se instalaron los bloques de hormigón de manera provisional se asomó que se sustituirían por pilones de un modelo que ya hay en algunos puntos de la Part Alta. La idea es que puedan subirse y bajarse para permitir el paso de los vehículos de emergencia y seguridad en caso de necesidad.

 

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