La homeopatía ha vuelto a situarse en el centro del debate médico. La supresión por parte de la Universitat de Barcelona (UB) del máster sobre esta disciplina por falta de base científica (así lo indicó un informe desfavorable de la Facultad de Medicina) ha vuelto a arrojar dudas sobre una práctica siempre envuelta en polémica y sujeta a la eterna controversia entre partidarios y detractores.
En Tarragona, la URV no reconoce la homeopatía, no sólo en forma de postgrado o cursos, sino ni siquiera en asignaturas. «Es una terapia alternativa no demostrada. No la incluimos como parte de las competencias. Hasta ahora no han aparecido estudios científicos que avalen la eficacia más allá del efecto placebo», indica el doctor Joaquín Escribano, profesor de Medicina y jefe de pediatría en el Sant Joan de Reus.
Sin embargo, este método terapéutico que tanto divide a los profesionales está bien presente en dos colegios tarraconenses, como son el de médicos y el de farmacéuticos. En este último la práctica tiene incluso una vocalía, que incluye también a la fitoterapia. «Se hace formación, se organizan actividades y se imparten cursos», indica el presidente, Joaquim Nolla, que añade: «Ni entramos ni salimos. Nosotros dependemos del Ministerio y de lo que dicta la Agencia del Medicamento. A partir de ahí, dispensamos esos productos, como tantos otros». Nolla matiza: «Sabemos que hasta ahora no se ha podido explicar científicamente el funcionamiento, pero percibimos que empíricamente funcionan, a veces para enfermedades menores, como un complemento».