Las obras del Coll de Lilla arrancarán sin resolver el tráfico de mercancías

La ley sobre seguridad en los túneles marca que deben tener dos bocas unidireccionales cuando se prevé un tráfico de 7.500 vehículos diarios y carril en 15 años

19 mayo 2017 17:55 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:21
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El Ministerio de Fomento mantiene su compromiso de cara a desencallar el túnel del Coll de Lilla, que permitirá la continuidad de la A-27 más allá de Masmolets. El departamento de infraestructuras no ha concretado sus intenciones para el inicio de la obra. La única aproximación que ha hecho es «final de año, primeros de 2017». Sin embargo, el simple hecho de que las máquinas puedan volver sobre el terreno ha puesto encima de la mesa muchos interrogantes que siguen sin resolverse.

Pese a que los anuncios del Gobierno se reciben con pesimismo, el alcalde de Montblanc, Josep Andreu, explicó que el responsable de Carreteras en Catalunya, José Barios, le aseguró en la última conversación que mantuvo con él que el compromiso seguía adelante. «Quedamos que después del Pilar nos veríamos con un técnico de carreteras de Tarragona y que el día 28 de octubre, como muy tarde el 3 o el 4, las máquinas estarían allí», dijo Andreu.

Desde el territorio se sigue con atención cualquier movimiento. Hace falta una modificación del proyecto para permitir la circulación de las mercancías peligrosas y justificar una obra que se planteó para conectar la industria petroquímica y el Port de Tarragona con Lleida y Aragón. Y el proyecto que se adjudicó en agosto de 2008 no lo permite.

Andreu, que es el único que mantiene línea directa con personal de Fomento, explicó que en la última conversación le aseguraron que así estaba previsto. De hecho, el Ministerio de Fomento confirmó a este rotativo que «hay en tramitación una modificación del proyecto». Sin concretar el alcance de lo que esto supone. Aunque el alcalde de Montblanc aseguró que «me dijeron que no era gran cosa».

Sin embargo, los requerimientos mínimos de seguridad en los túneles de carretera son mucho más exigentes ahora que cuando se hizo el proyecto constructivo, a principios de este milenio. Así lo recoge el Real Decreto 635/2006, de 26 de mayo, el cual fija cuestiones sobre salidas de emergencia, el sistema de ventilación o la señalización.

De hecho, lo que hizo el Ministerio de Fomento con esta ley era la transposición de una normativa europea, más rígida a raíz del accidente en el interior del túnel del Mont Blanc (Alpes)

Real decreto 635/2006 sobre seguridad en túneles:

Dos bocas

Más allá de establecer la obligatoriedad de disponer de ranuras para el drenaje de líquidos tóxicos e inflamables, la ley también habla de las bocas que deben tener los túneles. Uno de los puntos –tal y como puede verse en la reproducción de arriba– se fija la obligatoriedad de dos tubos de tráfico unidireccionales en los casos en los que en un periodo de 15 años el volumen de tráfico pudiese superar los 7.500 vehículos por día y carril. Un aspecto que el anterior proyecto no contempla.

La intensión media diaria de la N-240 entre Valls y Montblanc es de 2.500 vehículos, según datos de 2014. Una cifra que, cuando se mejoren las comunicaciones, se prevé que crezca drásticamente, ya que arrastrará tráfico de otras vías. Así lo ponía en valor el secretario general de la Federació Empresarial d’Autotransport de Tarragona (Feat), Josep Lluís Aymat. «Es evidente lo que pasará. Unos 20.000 vehículos utilizan la N-240 entre Tarragona y Valls. A la mínima que hagan algo en condiciones, aumentará bastante el volumen de vehículos, y si ahora esto no lo contemplan nos pasará de nuevo lo mismo, que tendremos una infraestructura que no nos servirá para el crecimiento del puerto y de la industria química, y volverán a echar a los camiones».

Aymat teme que, con las prisas de querer desencallar la obra, e intentar que sea lo más económica posible se acabe «haciendo un nyap que no nos servirá para nada».

Un presupuesto irrisorio

De hecho, Fomento dice que iniciará las obras con los 2,9 millones que había en los Presupuestos Generales del Estado de 2016 –la obra según se adjudicó asciende a 81,4 millones– y, de momento, el año que viene habrá una prorroga. Con todo, el presidente de la Cambra de Comerç de Tarragona, Andreu Suriol, decía que «hasta que no lo vea, no me lo creeré. Estamos en lo mismo que con el Mercat Central, y nos dicen ahora que empezarán de nuevo, pero si con dos millones no hay ni para modificar el proyecto». Suriol lamentó que «parece que estemos hablando con una pared o es como si ya consideraran que estamos fuera de su competencia, que no lo creo».

Tampoco ha recibido constatación alguna del inicio de las obras la Associació Empresarial Química de Tarragona (Aeqt). Su directora general, Teresa Pallarès, recuerda que la continuidad de la A-27 a partir de Valls es «un acceso vital para la competitividad de un territorio y no tan solo para su industria sino también para el turismo». El sector químico, que desconoce si se han hecho modificaciones en el proyecto inicial, considera que «si las empresas estamos haciendo los deberes para ser competitivas, se espera que haya un retorno y las infraestructuras son vitales».

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