La Iglesia más retrógrada

19 mayo 2017 21:04 | Actualizado a 24 diciembre 2019 20:40
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Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad.. ¿Quien soy yo para juzgarla?» El Papa Francisco nos regalaba hace unos meses una reflexión que se unía a las muchas que el pontífice ha realizado desde que accedió al cargo, en marzo de 2013, y que han abierto un camino de esperanza a la esperada apertura y modernización de la Iglesia Católica. A Jorge Bergoglio no le ha temblado el pulso a la hora de hablar alto y claro sobre temas en los que, hasta ahora, la Iglesia había mostrado siempre su cara más retrógrada, como el matrimonio entre personas del mismo sexo o el aborto. Pero mientras el Papa da ejemplo de que ser un buen cristiano no es incompatible con la defensa de ideas progresistas, algunos curas siguen empeñados en mostrar la cara más carca de la Iglesia. El último ejemplo lo tenemos en la localidad sevillana de Paradas, donde el párroco de la Iglesia de San Eutoprio habría negado a un joven la posibilidad de ser padrino de bautismo de su sobrina por su condición de homosexual. De nada le ha servido a Alejandro Rodríguez llevar toda su vida vinculado a la Iglesia, ser miembro activo de Cáritas, o pertenecer a la junta directiva de un grupo de fieles. En declaraciones a la prensa, este joven asegura que el cura justificó su decisión diciéndole que no podía ser padrino por su orientación sexual y le dio a entender que los gays que están ocultos sí que pueden ser padrinos. En fin, que al Papa Francisco se le acumula el trabajo, no sólo en las más altas esferas de la Iglesia Católica, sino en la base, donde algunos curas parecen anclados en la Edad Media.

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