Hasta 26 parejas denuncian a un local por estafarles el menú de boda

Un total de 26 parejas afectadas por el cierre repentino del restaurante Btakora de Arenys de Mar han interpuesto una querella contra el propietario del local, a quien acusan de haberles estafado cerca de 200.000 euros que abonaron sin haber podido celebrar sus respectivos compromisos.

La querella, presentada ante los juzgados de instrucción de Barcelona por el despacho Roca Associats, se dirige contra el dueño del negocio, la administradora, la contable, el apoderado y dos titulares de cuentas bancarias donde las víctimas habrían realizado transferencias, así como contra las dos empresas que operaban el negocio.

Las 52 personas afectadas les acusan de un delito de estafa continuada con doble agravante -el valor defraudado supera los 50.000 euros y afecta a un número elevado de personas y por aprovechamiento de la credibilidad de la empresa-, por lo cual podrían enfrentarse a penas de entre uno y seis años de prisión, o subsidiariamente, un delito de apropiación indebida también agraviado.

Han pedido al juez que investigue al propietario, Paulo, que está en paradero desconocido desde que en julio pasado el restaurante cerró las puertas, y sus socios, y exigen que se los imponga el pago de una indemnización de 150.000 euros, además de la devolución de los 200.000 euros abonados por el conjunto de las víctimas.

De acuerdo con la querella, los acusados "urdieron una trama fraudulenta para captar provisiones de fondos de parejas que deseaban contraer matrimonio a sus instalaciones, tanto en su propio beneficio, como para el abono de otros gastos no relacionados con la referida boda, boda que nunca llegaron a realizarse".

Les hacía cambiar las fechas

Se trata de parejas que planeaban casarse a lo largo del 2020, pero a las cuales, con escasas semanas o días de antelación, las instaba a cambiar la fecha de la ceremonia alegando motivos relacionados con la pandemia, como el confinamiento de los trabajadores.

Durante todo este tiempo, la compañía continuaba cobrándoles facturas por varios conceptos, como la reserva de la nueva fecha o la prueba del catering, a sabiendas de que nunca se celebraría la ceremonia, puesto que "nunca realizaron ningún preparativo", según la acusación.

"A día de hoy, más de 52 personas se han visto obligadas al pago de una boda que no se celebrarían, les han engañado, amenazado y abusando desde una posición absolutamente desproporcionada, les han dado largas conduciéndoles al desespero. Y esto, mientras los responsables disponen de todo su dinero, dinero que invirtieron en el día que iba a ser el más feliz de su vida, y no la auténtica pesadilla en la cual se encuentran inmersos", subraya la denuncia.

Las víctimas aseguran que pagaron por "miedo" a perder el que ya habían invertido y después de "múltiples engaños y amenazas", especialmente en aquellos casos en los cuales pidieron la rescisión del contrato por no estar de acuerdo con unas cláusulas según las cuales aceptaban perder su dinero si no se podía celebrar la boda por "causas de fuerza mayor".

Después del cierre del restaurante, la mayoría de parejas no ha podido casarse por motivos económicos, como François y Elisabeth, que ha pedido que "se haga justicia".

Según ha relatado, el propietario del restaurante les habría prometido que "un supuesto inversor" se quedaría con el negocio y les devolvería el dinero, cosa que nunca ha ocurrido, hasta el punto que un día, al contactar con el acusado, este les respondió que "no se acordaba ni sabía quién era" aunque aseguran haberle desembolsado más de 14.000 euros por los preparativos de la boda.

"Tenía que ser un día de ilusión (...). Durante mucho de tiempo habíamos ahorrado, nos han ayudado las familias para poder llegar a este día y la desilusión es total. Lo único que pido es un poco de sensibilidad a exigir justicia, al menos, del dinero que nos han quitado, porque el resto está perdido", ha lamentado.