«Demasiado fácil, LOL». Este es el mensaje que se encontraron en un agujero dentro de una celda los funcionarios de una prisión de Nueva Orleans, en el estado de Luisiana (EE.UU.), el pasado viernes. Diez presos habían conseguido arrancar un urinario y se habían escapado por el boquete.
El pasado lunes por la tarde, la policía del estado de Luisiana anunció que ya había detenido al cuarto de los diez reclusos fugados, algunos de los cuales están condenados por homicidio, aunque los otros seis siguen en busca y captura.
La ciudad de Nueva Orleans ofrece una recompensa de 12.000 dólares por cualquier información que conduzca a la captura de los reclusos que aún están prófugos. Las autoridades penitenciarias han indicado que la fuga pudo haberse realizado con la colaboración de personal del penal, y que al menos un empleado presenció la evasión sin informarlo.

También se ha sabido que la ausencia de los 10 hombres pasó desapercibida durante horas, y que no fue hasta un recuento matutino de rutina, más de siete horas después de que los hombres huyeran de las instalaciones, que las fuerzas del orden se enteraron de la fuga.
Más de 200 agentes de la ley siguen este martes con la búsqueda de los presos, que podrían haber llegado a cruzar a los estados vecinos, según las autoridades. Los prófugos tienen entre 20 y 42 años, cumplen condenas por asesinato y agresión con arma de fuego, y podrían estar armados, informó este lunes el fiscal del distrito.
Esta fuga es «absolutamente absurda, absolutamente peligrosa. Nunca debió haber sucedido», ha dicho Jason Williams, fiscal del distrito, en una rueda de prensa.
El fiscal confirmó que funcionarios estatales han pedido a los vecinos Texas, Misisipi, Arkansas, Georgia, Oklahoma y Tennessee que mantengan a sus agentes en alerta ante la posible aparición de los presos en sus territorios.
Los fugitivos se aprovecharon de un sistema de cierre defectuoso y la ausencia de un empleado de la cárcel que salió a buscar comida para realizar un complejo escape que podría haber contado con ayuda interna, de acuerdo a las autoridades.
Las imágenes de las cámaras de vigilancia muestran a los reclusos corriendo tras atravesar el agujero, algunos vestidos con un mono naranja y otros de blanco.
Para salir del penal escalaron una valla utilizando mantas para evitar cortarse con el alambre de púas y luego se dispersaron siguiendo una autopista interestatal cercana.