Llega un momento, cuando cumples los treinta años, que poco a poco todo el mundo a tu alrededor tiene niños. Y, cuando tienes una cámara, lo que comienza como un juego, gravando los primeros llantos y las primeras sonrisas, puede acabar convirtiéndose en un trabajo.
Los baby films que Mireia Llauradó y Guillem Latorre habían hecho para los hijos de sus allegados fueron el motivo que les llevó a tirarse a la piscina. De esta forma, podría decirse que de manera «accidental», nacía Cuentistes, un proyecto impulsado por un periodista y una licenciada en comunicación audiovisual reusenses, que a través de imágenes hacen el relato del día a día de unos bebés cuando aún no llegan a los dos años.
Latorre asegura que «la forma de trabajar es muy artesana, y, a pesar de los medios digitales, no gravamos en un estudio e intentemos darle un estilo muy propio y personalizado». «No se trata de hacer un vídeo sino de crear un recuerdo», describe por su parte Mireia. Por ello, esta pareja acostumbra a pasar hasta cuatro horas con la familia, para establecer un contacto que de una manera «muy natural» permita registrar los momentos de cotidianidad.
El resultado es un «cuento» audiovisual de entre cinco y ocho minutos que permanecerá con los álbumes de fotos de la criatura.
El baby film es el producto ‘estándar’ que ofrece la compañía. Sin embargo, los padres son los que escogen el relato. Y si lo que quieren es guardar cómo se vivió el nacimiento del bebé y explicar, sin entrar a la sala de partos, el primer día de vida desde el punto de vista de cómo fue la espera de los familiares o el momento en el que se conocieron con el pequeño, es otra de las posibilidades.
Las animaciones de película, protagonizadas también por el bebé, o un flip book –los libros de animación que cobran movimiento cuando pasas rápido las páginas– son otros de los servicios de una empresa que, por un precio entre 350 y 800 euros, sienta las bases de la caja de los recuerdos.
Mireia Llauradó (31 años) y Guillem Latorre (30) han iniciado el proyecto cuando él desde 2010 ya se habían establecido por su propia cuenta. En aquellos momentos creó la productora Hoi Poi. «Acabas los estudios, empiezas a trabajar y llega un momento en el que necesitas hacerte autónomo para seguir accediendo a determinados encargos», describe.
La barrera que separa el autónomo del emprendedor es muy fina, y cuando tuvo todo el equipo de la productora se ha abierto nuevos nichos de actividad que puedan reportarle unos beneficios. Llauradó, por su parte, se sumó al proyecto posteriormente y en estos momentos están en plena fase de marketing y comunicación de una idea que ha asumido los primeros encargos de proyectos en las comarcas tarraconenses, y que no se cierra a ampliar su ámbito de actuación.
Les aventures d'en Pol (teaser) from Cuentistes on Vimeo.
Bufant puc apagar la lluna from Cuentistes on Vimeo.
