Medioambiente
Guerra por la arena en la Costa Daurada: la regresión de las playas enfrenta a municipios vecinos
La disputa entre Altafulla y Torredembarra por el trasvase de sedimentos es el enésimo capítulo de un problema global
Maquinaria trabajando en el traslado de arena de los reservorios de Altafulla a Botigues de Mar.
Todo el mundo quiere tener buenas playas, pero el retroceso de la línea de costa provoca que cada vez sean más estrechas. La arena se ha convertido en un bien preciado que enfrenta a municipios vecinos en la Costa Daurada: los trasvases –los que se hacen y los que no– desencadenan disputas que involucran a ayuntamientos, puertos, la Generalitat y el Estado.
El último desencuentro lo han protagonizado Altafulla y Torredembarra por el movimiento de sedimentos que, por concesión, corresponde al puerto de esta última localidad. El gobierno altafullense reclamó parte de una extracción prevista para el 9 de junio en la playa de la Paella, la Torre llevó el asunto a Fiscalía y Altafulla ha acabado recurriendo a dos reservorios propios para blindar su playa.
Más casos
Otra de las localidades que demanda persistentemente arena es Roda de Berà. A mediados del mes pasado, el puerto de esta población trasvasó 1.500 metros cúbicos desde la playa de la Pallisseta hacia la Punta d’en Guineu. La cantidad queda muy lejos de los 30.000 a los que el Ayuntamiento aspiraba.
Salou, por su parte, ha pedido en múltiples ocasiones que no se hagan extracciones frente a sus costas y las ha vinculado a la pérdida de anchura. «Este año, la mayoría de playas del litoral salouense están en óptimas condiciones en cuanto a la arena, ya que no ha habido temporales» y «ninguna ha sufrido regresión».
Sobre reposiciones, en Salou «la única arena que se usa es la que se draga de la bocana del puerto, nunca se incorpora de fuera ni se emplea la artificial». Esa arena de la bocana «se deposita en la playa Llarga y alcanza la cala Llenguadets y las playas de Capellans y Llevant», indica el consistorio. «No queremos dañar el fondo marino de Salou para reponer artificialmente arena de otra playa», señala. Y pide «el cese» de maniobras que lo comprometan. Años atrás, el consistorio había apuntado al puerto de Tarragona pos sus extracciones frente al Cap Salou para rellenar La Pineda.
Y el traslado de arena desde el puerto de Coma-ruga a la playa de Calafell, en junio, puso en conflicto a sendos ayuntamientos. Sin embargo, en su caso fue por el tráfico de camiones por el núcleo urbano calafellense: hasta 1.200 trayectos para llevar 20.000 metros cúbicos.
Este verano, el Estado no ha realizado aportaciones de arena a las playas de la Costa Daurada porque no se registraron temporales.