Medioambiente
Altafulla blinda su playa con arena propia tras el «no» de Torredembarra
La maquinaria ha comenzado ya a llevar 700 metros cúbicos de los reservorios de Voramar y el Club Nàutic hacia Botigues de Mar. El gobierno altafullense reclama el trasvase del puerto de la Torre y considera el chorlitejo «una excusa». Conflicto entre los dos ayuntamientos

Las máquinas han entrado hoy y trabajarán hasta mañana, 2 de julio, en el movimiento.
Altafulla ha iniciado, este 1 de julio, el movimiento de 700 metros cúbicos de arena de los reservorios de Voramar y la zona del Club Nàutic hacia el centro de su misma playa, en Botigues de Mar, para reforzarla. Lo ha hecho «ante la negativa de Torredembarra a permitir que el puerto hiciese la aportación a la que está obligado, de entre 1.500 y 2.000 metros cúbicos», según ha precisado la coalcaldesa, Alba Muntadas.
La extracción de unos 15.000 metros cúbicos de arena de la playa de la Paella, por parte del puerto de Torredembarra, para llevarla a Altafulla —«y otros municipios»— se esperaba para el 9 de junio. Pero el Ayuntamiento de la Torre la llevó ante la Fiscalía amparándose a un «informe desfavorable de los servicios técnicos municipales» y en la posible afectación al chorlitejo, una especie protegida, y la operación se aplazó. La situación ha enfrentado a ambos ayuntamientos y Altafulla ha acabado actuando con recursos propios.
El chorlitejo, «una excusa»
En una comparecencia ante los medios, esta mañana, el gobierno altafullense se ha referido a los nidos de chorlitejo como «prácticamente una excusa» y se ha mostrado firme: «Exigimos que el puerto de Torredembarra cumpla su convenio y no siga jugando con los plazos interesadamente para acabar alargándolos y ahorrándose algunos traslados. Ya lo hizo el año pasado, pidió el permiso y se le alargó un año, y ahora ha logrado una prórroga de seis meses con el beneplácito del Ayuntamiento de la Torre».
Sobre los mismos nidos —uno, en concreto, el que frenó la extracción para que no le afectase—, Muntadas ha asegurado que Torredembarra «hace cada día una limpieza mecánica de la playa pasando a escasos metros y tiene también un chiringuito muy cerca», y que «de los tres pollitos, dos han muerto por la presión que hay».

Un instante de la intervención, esta mañana.
La coalcaldesa ha incidido en que Altafulla ya había comunicado que el trasvase se planificaría «en la parte del rompeolas, lejos del nido y con todas las medidas de precaución requeridas». Se ha mostrado comprensiva con las «reticencias» de la Torre por «lo que pasó el año pasado, con una extracción masiva» que ha generado una gran depresión en la Paella, pero ha subrayado que «ya dijimos que de ninguna manera haríamos algo así: era raspar, no era excavar, y unos 1.500 metros cúbicos».
«Es un mínimo, hace falta más»
Las labores de traslado de esos 700 metros cúbicos hacia Botigues de Mar se alargarán durante todo el día de mañana y, en este tiempo, la parte de playa en la que se esté trabajando permanecerá cerrada. La intervención se aprovechará para «acomodar accesos que estaban colgando por falta de arena» y «recolocar piedras que se habían movido», además de «instalar alguna escalera».
«Lo que hacemos es realmente mantener el mínimo que requiere esta playa: harían falta unos cuantos metros cúbicos más, por eso habíamos pedido unos 1.500-2.000, pero 700 es lo que tenemos disponible aunque vaya justo», ha especificado Muntadas.

La parte de la playa en la que se actúa permanece cerrada.
De cara a 2026, «seguiremos reclamando que el puerto cumpla su convenio», ha dicho la coalcaldesa, que ha especificado: «La concesión que tiene reconocida prevé esta retención artificial que hace con su rompeolas y que mueva la arena aguas abajo, no solamente a Altafulla; de los 14.000 metros cúbicos que debía trasladar, lo de Altafulla era solo una parte».
Muntadas también ha pedido al Estado que saque a concurso público la elaboración de un estudio para mitigar la regresión de la playa.