La cultura, la personalidad y la riqueza de una región pueden palparse –y, sobre todo, paladearse– sentados a la mesa. Con platos reconocidos con fama internacional, en cada rincón de la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre encontramos propuestas de restauración maravillosas en las que conocer la gastronomía del lugar. Y de entre ellos, templos gastronómicos, capitaneados por grandes chefs, que nos transportan al deleite de los sentidos con recetas que definen el carácter local en un bocado.

El arroz de siempre, incluso mejor
Si comer ante el cuadro más bello que jamás podrá pintarse y mecidos por su caprichosa brisa no fuese suficiente, el restaurante Voramar Cal Vitali ofrece una honesta y sabrosa propuesta de arroces y pescados que son puro Mediterráneo.
Ubicado sobre la arena de la playa de Altafulla y con 24 años de experiencia, tras sus platos están las sabias manos de la chef Sara Nicolás, quien recogió el testigo de sus abuelos y su tía hace ya diez años. Nicolás fundamenta su cocina en las bases que le enseñó su «abuela cuando era pequeña, pero dándole una vuelta más visual y moderna». Por ello su carta se basa en los platos marineros y en los pescados que llegan a tierra cada día. Esa herencia local provoca que el personal, los clientes e incluso los proveedores «sean ya parte de la familia».
Galardonada con diversos premios, uno del que mayor orgullo siente es precisamente el del Mejor arroz de España (2017) por su delicioso cremoso con seta shiitake y presa ibérica con mahonesa de foie, un imperdible de Voramar.

La exquisitez en una bodega
En un entorno idílico, rodeado de la verde calma de Prenafeta, se instaló el Celler Escoda Sanahuja. Con su espíritu alentador, su propietario decidió abrir también un restaurante, el Tossal Gros. Hace unos 3 años que está bajo la batuta del chef Vladi Degtyarev, quien ha elevado su cocina a otro nivel. «Sigo la misma línea de concepto inicial, producto ecológico y de temporada de buena calidad sin maquillar nada, pero con mi esencia y origen».
Enamorado declarado de la carne de caza, es inapelable en una carta exquisita que varía cada semana en función del producto: «el clima nos permite tener verduras excelentes y la gente de la provincia se interesa cada vez más en hacer cosas nuevas».

Cocina de autor «integradora»
A principios de siglo XX la familia del chef Albert Guzmán cocinaba sus platos marineros en un fuego de leña a los pies de un merendero en la playa de La Ràpita. En 1982 su madre trasladó el negocio (renovado) a la calle San Isidro de la localidad, bajo el nombre Les Delícies. Guzmán tomó las riendas en 2013 tras pasar por los mejores restaurantes del mundo, creando un nuevo proyecto gastronómico que fusionaba todo su aprendizaje y bagaje personal y cultural con sus raíces familiares.
En el restaurante Albert Guzmán encontramos creaciones llamativas como el ceviche de lubina con vichyssoise, el aguacate a la brasa o los puerros a baja temperatura con stracciatella de fresas en una carta cuyo protagonismo se lo llevan los arroces y el pescado de lonja. «Nuestra oferta se construye con recetas propias tomando como base nuestra tradición y respetando los productos de proximidad», define Guzmán, que confirma que aprovechan la herencia marinera de La Ràpita «y hacemos una actualización de la cocina integrándola con recetas de todo el mundo».

El chiringuito nunca puede faltar
Sí, nos encantan los chiringuitos. Pero mucho mejor si son bonitos y con una buena propuesta. Esta es la definición de El Xinguiritu, que lleva ya cuatro temporadas siendo uno de los place to be de Cambrils.
Con un local rompedor, los fogones obedecen las ideas del chef Guillermo Puerto, con una amplia experiencia en el sector y que basa su cocina en un buen producto, que cuida al detalle. «Trabajamos con un horno de leña y brasa para poner el protagonismo en el sabor de cada elemento del plato y para no perder de vista la frescura del Mediterráneo».