El lunes 12 de febrero, la Policía Local de Cambrils localizaba poco después del mediodía un todoterreno sospechoso, era un Range Rover Evoque. Este vehículo de alta gama tiene un precio de mercado que va de los 50.000 a los 88.000 euros aproximadamente, según se puede encontrar en webs especializadas.
Los agentes vieron que el coche tenía placas de matrícula española y el conductor que estaba allí era el propietario del mismo según la información obtenida por la matrícula.
Sin embargo, la información del VIN del coche (las siglas en inglés de Número de Identificación del Vehículo) no coincidía con la que ofrecía la matrícula. Cabe recordar que el Número de Identificación del Vehículo es un código alfanumérico que identifica de manera específica y única a cada coche.
Con esta doble información, se consultó la base de datos de la Policía y en ella se detectó una alerta de que el coche habría sido robado en Francia (el VIN así lo indicaba) y el caso estaba en un proceso penal en el país galo.
Con esta nueva información, se detuvo al conductor y propietario del vehículo. Además, en una inspección más exhaustiva se vio que la ITV original no correspondía a ese coche, sino al vehículo original de las matrículas españolas, y también se descubrió que el distintivo de gases también era una pegatina irregular. Por esta razón, se inmovilizó el coche y se detuvo al conductor.
