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El Ministerio de Fomento y Adif todavía no han concretado dónde se ubicará la futura estación de tren de Salou cuando entre en funcionamiento el Corredor del Mediterráneo, previsto para 2016. Su idea inicial era adecuar el apeadero de PortAventura, luego abrió la posibilidad de acercarla 1,2 kilómetros más al núcleo urbano e instalarla frente al Gran Hotel Regina y ahora maneja una tercera opción: que Salou disponga de dos estaciones, una en el apeadero y otra próxima al hotel.
«Estamos pendientes de que nos confirmen, en los próximos días, una reunión en Madrid para que nos digan definitivamente dónde irá. Están estudiando cualquiera de las tres posibilidades (mencionadas anteriormente)», afirma el alcalde de Salou, Pere Granados.
El consistorio es favorable a la ubicación de la estación cerca del Gran Hotel Regina, «siempre que físicamente sea posible», pues considera que allí quedaría mas integrada dentro del municipio y daría un mejor servicio tanto a la población turística como a los ciudadanos. Dispone de un solar municipal en ese emplazamiento que podría acogerla. No obstante, tampoco ve con malos ojos la opción del apeadero de PortAventura.
En todo caso, ya sea una, otra o las dos, Granados asegura que Salou tendrá una nueva estación de tren cuando se ponga en marcha el Corredor del Mediterráneo. Hasta que no se concrete su ubicación definitiva no habrá calendario de obras.
Desmantelamiento de las vías
«En noviembre se cumplieron cinco años desde que enviamos una carta a los representantes del Ministerio de Fomento exigiendo la conectividad ferroviaria de Salou. La situación ha cambiado desde entonces: en aquel momento habíamos perdido la conexión y ahora incluso podemos tener dos estaciones», señala Granados.
El Corredor del Mediterráneo implicará también el desmantelamiento de las vías del tren. El actual trazado ferroviario pasa por en medio de Salou, partiendo el municipio en dos. «El Corredor será de ancho ibérico, lo que nos garantiza que los trenes no pasarán por Salou sino por arriba», explica el alcalde.
Eso permitirá cambiar las vías por un bulevar (Eje Cívico), una gran avenida comercial y de servicios, de dos kilómetros de longitud, con dos carriles de circulación para vehículos (uno para cada sentido), aceras amplias para pasear, zonas ajardinadas y un parking subterráneo. El proyecto incluye, además, la edificación de 600 viviendas (200 de protección oficial), con bajos comerciales y restaurantes.
El coste total del Eje Cívico oscilará en torno a cincuenta y sesenta millones de euros, según el consistorio. La Generalitat se comprometió a financiar su urbanización en el acuerdo que estableció con el Ayuntamiento para fijas las nuevas condiciones del consorcio del Centre Recreatiu i Turístic (CRT).
«Supondrá la segunda gran transformación urbanística y social del municipio –la primera fue tras su segregación de Vila-seca–», destaca Granados, que lamenta que Salou está dividido en dos por las vías del tren. No tenemos una movilidad normal como cualquier otra ciudad sin esta problemática. Nos impide un desarrollo igualitario de las distintas zonas del municipio».
