L’Hospitalet de l’Infant i la Vall de Llors, donde el mar y la montaña se unen

Mar y montaña. Quienes eligen L’Hospitalet de l’Infant y la Vall de Llors como destino turístico no deben enfrentarse al dilema de escoger entre el mar y la montaña, porque este lugar fusiona ambos elementos. Destaca por sus playas tranquilas, de arena fina y aguas cristalinas, ideales para las familias y por un paisaje rico en contrastes.

Este hecho permite ofrecer una amplia variedad de propuestas para descubrir un entorno único, situado en la Costa Daurada, con un alto valor natural y también histórico con referentes como el hospital gótico del Coll de Balaguer, las fortificaciones de la Guerra Civil, el poblado de Hifrensa, una de las últimas colonias industriales de Cataluña o L’Almadrava, el pintoresco pueblo litoral de casitas blancas.

Alternativas para todos

A los que simplemente quieren relajarse, os recomendamos tumbaros sobre la arena de cualquiera de las cuatro playas del municipio, anchas y nada masificadas: la del Arenal, la de la Punta del Riu, la del Torn o la de L’Almadrava y bañaros en sus aguas transparentes.

Todas tienen un certificado de calidad ambiental EMAS, la Bandera Ecoplayas y la Bandera Azul. Además, esta destinación también atesora pequeñas calas vírgenes como la Cala Justell o la playa de la Cova del Llop Marí que, sin duda, no os dejarán indiferentes.

Quienes prefieren alternativas de ocio más ligadas al deporte tienen a su alcance una oferta de actividades náuticas como kayaks, paddle surf, vela, banana, snorkel, etc. Además, cada verano se habilitan unas rutas submarinas que se pueden realizar por libre o con monitor. Y muy cerca de las playas, se pueden recorrer un buen número de senderos de diferentes dificultades y distancias, a pie o en bicicleta.

L’Hospitalet de l’Infant i la Vall de Llors tiene una extensa red de caminos que conectan los diferentes núcleos del municipio y que permiten disfrutar a aquellos que los recorren de unas vistas espectaculares: panorámicas de la costa, las montañas litorales y paisajes protagonizados por los característicos márgenes de piedra seca de la zona que culminan en lugares únicos como el espacio natural protegido del Torn.