La sequía reactiva el proyecto de una desalinizadora entre Cunit y Cubelles

Más de 200 municipios de Catalunya de 15 comarcas y que congregan a 6 millones de personas están en riesgo de desabastecimiento de agua. Y la primavera no parece mejorar la situación con unas reservas de agua que apenas son del 30%.

La situación de sequía desempolva un proyecto que planteado desde hace años y que pasa por una nueva desalinizadora que palie la falta de agua que se prevé de manera constante.

Pese que municipios de la demarcación ya han tenido que recurrir a cubas, la zona regada por la canalización del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT) no tiene un riesgo extremo pero ya se apunta a la exigencia de ser responsables con el consumo.

Retomar el proyecto

Para intentar garantizar un suministro ante una sequía que puede agravarse, la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) retoma el proyecto de la planta desalinizadora del Foix, prevista para entre Cunit y Cubelles.

El propio director de la ACA, Samuel Reyes, señala que este año comienzan los estudios previos para construir la planta del Foix, que está en la planificación para el periodo 2022-2027. Esa instalación debe dar servicio a las canalizaciones del CAT (Tarragona) y también a las del Ter-Llobregat (Barcelona).

La ACA explica que tendrá capacidad para producir 20 hm³ por lo que sería una planta similar en capacidad de tratamiento a la que ya funciona en Tordera. Está por ver la ubicación exacta aunque sí que estaría en ese límite de provincias de Tarragona y Barcelona para poder inyectar agua en ambos sentidos en función de las necesidades de cada área.

Ya en 2007 se anunció la intención de una desalinizadora, pero que no ha llegado a iniciarse. Sin embargo siempre ha sido un proyecto pendiente ante el temor de que la falta de lluvias y la sequía se intensificase. Ahora la situación comienza a ser preocupante y se harán los estudios para esa planta del Foix.

Técnicos de la ACA visitaron hace dos años unos terrenos propiedad de la compañía Endesa entre Cubelles y Cunit en los que la empresa tenía los depósitos de diesel que suministraban a la planta térmica que ya se desmanteló. Aquellos depósitos también se retiraron y se planteó que el terreno fuese el indicado para la desalinizadora ya que está en la frontera entre las canalizaciones del ACA y de la ATLL.

Endesa explica que en 2021 hubo la visita de los terrenos para esa planta, pero que no han vuelto a tener respuesta de la agencia del agua. En todo caso se muestran dispuestos a colaborar con la administración.

A falta de detallar la ubicación exacta y el inicio de obras, la ACA explica que comenzará un estudio previo para detallar las características técnicas de la que ha de ser desalinizadora del Foix.

Esa ubicación en la frontera de las canalizaciones del CAT y de la ATLL levantó recelos ya que se teme que llegado el caso pueda ser el puente para un trasvase de aguas de un sistema a otro. La ACA ya negó esa posibilidad y asegura que sólo busca poder inyectar a una zona un otra.

El director de la ACA reitera que si no llueve en los próximos meses la situación de sequía entrará en fase de emergencia, lo que supondría restringir el agua de 230 litros por persona y día a 200. Pero esos 200 litros son en cabecera y que los que realmente recibirían los ciudadanos serían 110 litros ya que hay que contar las actividades económicas no registradas, las fugas y los usos urbanos.

Salmuera

Una planta desalinizadora bombea agua del mar, que pasa por unos filtros para eliminar impurezas y sedimentos. Posteriormente pasa a alta presión por cilindros con membranas de ósmosis inversa y, una vez clorada y repuestos los minerales el agua ya puede destinarse al consumo y al regadío. Y el sobrante suele devolverse al mar.

Además de la gran cantidad de energía que requiere el proceso, pese a que la tecnología ha avanzado mucho, un impacto de estas plantas es la salmuera que se genera en el proceso de tratamiento del agua ya que al devolverla al mar aumenta la temperatura de este y reduce el oxígeno, lo que afecta a las comunidades marinas. Esas especies también sufren el impacto de la absorción del agua.

Diferentes estudios señalan que por cada litro de agua potable producido por las desalinizadoras se genera una media de 1,5 litros de salmuera.

Sin embargo esa salmuera también puede aprovecharse en acuicultura, para el riego de especies tolerantes a la sal, generar electricidad e incluso para recuperar productos como magnesio, yeso, calcio, potasio, cloro, litio e incluso uranio. Incluso para cultivar el suplemento dietético espirulina, producido a partir de microalgas o hasta para elaborar zumos concentrados.