Limitar la exposición al sol por el aumento de cáncer de piel
La Sociedad Española de Oncología Médica recuerda que para reducir el riesgo se debe usar siempre protección solar

Los riesgos no son iguales para todas las personas, dependen del
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha instado recientemente a la población a limitar la exposición directa a la luz solar y evitar el uso de dispositivos de bronceado que emiten rayos ultravioleta tras constatar un crecimiento anual del melanoma cutáneo en mujeres del 2,5% y del 1,6%, en varones.
Debemos tener en cuenta que la radiación se refleja en las diferentes superficies y materiales de nuestro entorno, por lo que puede intensificarse considerablemente en función de dónde nos encontremos. Por ejemplo, la hierba refleja un 25% de la radiación que incide sobre ella, la nieve un 80%, la arena seca un 17%, el agua un 5% y el asfalto un 4%. A todo esto hay que sumarle la altitud donde nos encontremos, a más altitud más radiación solar.
Desde la SEOM se ha insistido que para reducir el riesgo de desarrollar un melanoma cutáneo se debe limitar la exposición al sol y usar siempre protección.
«La radiación ultravioleta es el principal factor de riesgo para desarrollar un cáncer de piel», asegura el dermatólogo del Hospital Universitari Sant Joan de Reus, Joan Àngel. Él mismo recalca que «hay muchos tipos de cáncer y no todos se expresan de la misma manera. Los cánceres de piel no melanoma, como el carcinoma basocelular, el carcinoma escamoso o epidermoide, se expresan en lesiones que no causan molestias ni dolor, lo que dificulta el diagnóstico precoz». Sobre su aspecto, el especialista describe que «la lesión es como una mancha con relieve que crece de forma progresiva y que tiene, en ocasiones, una herida en el centro. Muchas veces se identifica porque parece que es una herida que no cura».
En cambio, cuando hablamos del cáncer de piel por melanoma, Joan Àngel advierte que «debemos prestar atención a las pecas porque mucha gente no sabe que puede fallecer por una peca maligna». En este caso, los especialistas se rigen por el ‘ABCDE del melanoma’: «Asimetría (formas asimétricas); Bordes (irregulares); Color (no homogéneo, dos o más colores); Diámetro (mayor de 6 mm); y Evolución (cambios en el tamaño, forma, color, o en otro aspecto como una lesión de nueva aparición)», detalla el dermatólogo del Hospital Universitari Sant Joan de Reus.
Estos riesgos no son iguales para todas las personas, dependen del fototipo de la piel, es decir, la capacidad para asimilar la radiación solar. A más claridad de la piel mayor es el peligro de sufrir estas consecuencias. Es necesario saber que la piel actúa como barrera protectora del organismo frente a la agresión que supone la radiación solar.
La respuesta ante la exposición solar depende del fototipo de piel:
l Fototipo I: Siempre se quema y nunca se pigmenta.
l Fototipo II: Siempre se quema y se pigmenta ligeramente.
l Fototipo III: Casi nunca se quema y se pigmenta de forma gradual.
l Fototipo IV: Nunca se quema y siempre se pigmenta.
l Fototipo V: Piel morena
l Fototipo VI: Piel oscura