Cultura

Exposición

Los grandes genios de la escultura, en Tarragona en una muestra inédita

‘Mestres de l’escultura del segle XX’, en el Tinglado 2 del Moll de Costa del Port, supone un punto de inflexión: una apuesta por exposiciones de creadores de renombre mundial, para atraer a visitantes de todos los rincones y ser un referente del turismo cultural

El comisario Julio Niebla con la pieza ‘Sin título’ (Móvil), de Manuel Marín.

El comisario Julio Niebla con la pieza ‘Sin título’ (Móvil), de Manuel Marín.ANGEL ULLATE

Glòria Aznar

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Las puertas laterales del Tinglado 2 del Moll de Costa del Port de Tarragona están abiertas. Dos técnicos, en una plataforma elevadora, colocan estratégicamente unos focos. En las salas, diferentes esculturas, aquí y allá. En el suelo, todavía cajas por desembalar. Julio Niebla lo hace personalmente, como uno más del equipo. Durante dos días se ha encargado con mimo del contenido de cada una de ellas. El galerista Julio Niebla es el comisario de Mestres de l’escultura del segle XX compuesta por 39 piezas que se pueden visitar desde este viernes 12 y hasta el 15 de febrero. Como promesa de lo que aguarda al visitante en el interior, en la plaza del Tinglado lo reciben dos esculturas de gran formato: Sata, de Marcel Martí (2005) y Agamenón III (2000), de Amadeo Gabino.

«He huido de una retrospectiva. Es una propuesta personal de diferentes tendencias porque lo que quiero es que la gente entienda la manera de hacer escultura a lo largo de todo el siglo XX, por lo que hay un gran abanico desde principios de siglo, con las primeras piezas de Miró y de Oteiza, hasta otras muy contemporáneas, como las de Jeff Koons», explica Niebla. 

Justamente Miró está representado con Dona i Ocell, «la pieza original, la primera que hizo y que le sirvió para la monumental creación que lleva el mismo nombre, expuesta en Barcelona». U obras de Fernand Leger, como Le Branche R, «que hizo para Rockefeller y que es una pieza muy importante». Otros creadores son Francesc Torres Monsó, Eusebio Sempere o Paul Suter, de la década de los años 20; Andreu Alfaro, el matrimonio artístico Kubach-Wilmsen, Joan Gardy Artigues o Kishio Suga, de los años 30 y 40; en el grupo de los nacidos en los años 50 y 60, Jeff Koons, Carlos Lizariturry, Perejaume o Hiroyuki Matsuura. Todas ellas piezas que llegan a Tarragona desde colecciones particulares, instituciones o cedidas por los propios autores.

‘Balloon Dog XXL’, de Jeff Koons.

‘Balloon Dog XXL’, de Jeff Koons.ANGEL ULLATE

Punto de inflexión

En la presentación que tuvo lugar esta tarde para los medios, el President del Port de Tarragona, Santiago Castellà, reivindicó Mestres de l’escultura del segle XX como un punto de inflexión, un antes y un después. Anunció que el Port abre una nueva etapa en la que el Moll de Costa apuesta por incluir en su programación «exposiciones de referencia internacional. Muestras de especial calidad que atraigan a visitantes de todas partes y que conviertan los espacios culturales del Port, así como la ciudad, en un referente de turismo cultural». Algo que «hemos conseguido con esta propuesta». De hecho, es una muestra inédita, encargada por el Port, exclusivamente pensada para la ciudad. «Es un lujo», aseveró.

En cuanto a la narrativa de la muestra, son las técnicas escultóricas y su evolución a lo largo de los últimos cien años. Hijo del gran galerista Antonio Niebla, Julio reivindica la parte didáctica de las exposiciones y, en segundo lugar, considera que «la obligación de todo comisario o curator es aportar algo, en el sentido de hacer las cosas a mi manera».

Esta huella suya se traduce en que en Mestres de l’escultura del segle XX están prácticamente representadas todas las tendencias escultóricas, que «no dejan de ser hijas de lo que se ha hecho hasta ahora», comenta Niebla. «Mi padre decía que todo el mundo tiene padre y madre. Entonces, sí que hay quien rompe barreras, pero al final, todos tienen influencias, todos han visto esculturas».

Niebla, que nació prácticamente en una galería de arte y que creció entre escultores, apuesta por esta disciplina e invita a los espectadores a la exposición a «dejarse ir y a experimentar por ellos mismos», en esta muestra, que es su primera en Tarragona.

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