Encuentros
'La voz de Hind', de Kaouther Ben Hania, por Violeta Kovacsics
Rodada en Túnez, es una película hecha desde la emergencia. Tan cruento es lo que expone que resulta complejo pensarla como un film y no como una suerte de grito de dolor ante el genocidio que se está perpetrando en estos momentos en Palestina.

El 29 de enero de 2024, alguien llamó al servicio de emergencias palestino situado en Cisjordania. Cuando los operadores de Media Luna Roja vuelven a llamar, hablan con una niña de seis años, Hind Rajab Hamada, atrapada en un coche que está siendo asediado por los disparos del ejército israelí en Gaza. La angustia de la criatura se mantuvo durante horas, pidiendo de forma desesperada que alguien acudiera a rescatarla. Cuando la ambulancia al fin llegó, fue atacada por los militares. Hind Rajab fue asesinada ese mismo día.
Rodada en Túnez, “La voz de Hind” es una película hecha desde la inmediatez, desde la emergencia. Tan cruento es lo que expone, tan pegado está a nuestro momento, que resulta complejo pensarla como un film y no como una necesidad, como una suerte de grito de dolor ante el genocidio que se está perpetrando en estos momentos en Palestina.
La directora Kaouther Ben Hania propone un dispositivo que sitúa la película en un lugar complejo: toma las grabaciones con la voz de la niña y dramatiza las interacciones de los trabajadores de la oficina de Media Luna Roja, mientras intentan que alguien les apruebe una ruta segura para que la ambulancia pueda ir a rescatar a Hind. Así, hay distintos personajes, cada uno con sus sentimientos, sus impulsos y sus miradas: Omar que se rebela a gritos ante la falta de respuestas de los organismos a los que llaman; Rana, que intenta acompañar a Hind al teléfono; y Mahdi, el coordinador, que quiere seguir los protocolos de asistencia, que se revelan completamente inoperantes. De esto, entre otras cosas, trata el film: del fracaso y del bloqueo a las estructuras de ayuda humanitaria en Gaza.