La obra La tercera fuga llegará el próximo 24 de abril al Teatre Nacional de Catalunya (TNC) de Barcelona con la historia de los múltiples exilios que viven tres generaciones de una familia a lo largo de 100 años. La autora y directora, Victoria Szpunberg, en colaboración con el calafellense Albert Pijuan, debuta en la Sala Gran del TNC con un texto de ficción inspirado en su historia familiar.
Comienza en la Ucrania de los años 20, viaja al Buenos Aires de los años 70 y termina en la Barcelona de 2020, siguiendo el rastro de personajes que se ven obligados a huir en diferentes escenarios. Szpunberg quiere transmitir la falta de sentimiento de pertenencia con una obra «profundamente transversal y coral», que cuenta con un reparto de trece actores, entre ellos, Clara Segura.
«Szpunberg me propuso coescribirla porque escribir y dirigir para la Sala Gran es una bestiesa. Lo que Szpunberg quería explicar era la historia de las migraciones de su familia, comenzando en los años 20. Sus bisabuelos, judíos ucranianos, tuvieron que irse a Argentina por los progromos rusos; en los años 70, se tuvieron que ir de Argentina por la dictadura; llegaron a Barcelona y en 2020 volvió a haber guerra en Ucrania. Se bombardeó el pueblo del que tuvieron que huir sus bisabuelos. Todo en un arco de 100 años», relaja Pijuan.
Identidad y mestizaje
La tercera fuga busca ser un canto a la vida, una reflexión sobre la identidad y una reivindicación del mestizaje. Aunque está inspirada en la historia familiar de Szpunberg, la autora remarca que no se trata de un relato «autobiográfico» y aspira a poder conectar con todas aquellas personas que se han visto desarraigadas de su origen, según reivindicó este miércoles en una rueda de prensa en el TNC. «Quiero que conecte con el pueblo palestino, con todas las personas que huyen y con quien no tiene un sentimiento de pertenencia».
Asimismo, Szpunberg detalló que, a pesar de la dureza de la historia, ha querido acercarse a ella con sentido del humor y a través de la belleza, con una escenografía que considera preciosa: «Hemos intentado que sea bonito».
La obra cuenta con un narrador «no convencional», ya que tiene un vínculo con la historia, y es «profundamente transversal y coral», gracias al reparto de trece actores que interpretan distintos personajes a lo largo de la función, que dura 2 horas y 45 minutos.
Los actores de La tercera fuga son Clara Segura, Sergi Torrecilla, Emma Arquillué, Magalí Sare, Ton Vieira, Marc Joy, Sasha Agranov, Anna Castellls, Olga Onrubia, Carles Pedragosa, Carles Roig, Biel Rossell y Fede Salgado. Habrá funciones hasta el 1 de junio.
De Ucrania a Barcelona
La obra entrelaza personajes del pasado y del presente. El punto de partida se sitúa en Ucrania en 1922 durante una boda, en un momento en que las matanzas de judíos son habituales, y sigue la vida de unos personajes que logran sobrevivir, escapando en un barco del cual desconocen el destino. Ya en Argentina, la obra se centra en uno de ellos y enlaza con el golpe de Estado de 1976. Es un relato de una familia que no consigue evitar la tragedia de la guerra y que tiene que huir para sobrevivir, dejando atrás todo su mundo para volver a empezar de nuevo, aprendiendo nuevas lenguas y adaptándose a culturas ajenas. La función concluye en la Barcelona de 2020.
Segura y el diálogo con la autora
Durante la presentación, la actriz Clara Segura agradeció que, a medida que se construía la obra, pudo dialogar con la creadora original de la historia, que también es la directora, algo que valoró especialmente, ya que esta coincidencia no es habitual.

Segura, que interpreta más de un personaje, describió La tercera fuga como un «homenaje al legado», con un nivel de interpretación pensado para la Sala Gran, y con músicos que acompañan al público en el tránsito por todos los espacios que recorre la obra.
Mientras, para el actor Carles Pedregosa la obra es una tragicomedia transoceánica». Es una obra «magna» donde hay espacio tanto para llorar como para reír.
Sin querer hacer un ejercicio de autoficción, La tercera fuga está basada en toda una serie de «peripecias» reales, que han escrito a cuatro manos Victoria Szpunberg y el calefellense Albert Pijuan, un hecho que ha resultado un texto «híbrido» que les ha permitido disfrutar de una «distancia saludable» y hacer que «la fabulación, la imaginación y el juego transformen la historia real».
«Yo nunca había trabajado en un proceso a cuatro manos, estaba acostumbrado a las salas pequeñas y he disfrutado mucho haciendo el salto a la sala grande», comentó Pijuan.
Sergi Torrecilla y Emma Arquillué, por su parte, coincidieron en explicar que el espectáculo mantiene un «gran compromiso con la realidad de la historia», y aseguraron que desde la dirección se les ha permitido «hacer el viaje» sin interpretar algo que no habían vivido: «Ninguno de nosotros ha vivido una situación tan dramática, no podemos interpretar una cosa tan dura».
Así, la última premio Goya a la mejor interpretación femenina -y también Gaudí a la mejor secundaria, ambos por El 47-, Clara Segura, subrayó la importancia de tener en cuenta cómo afectan a las personas las decisiones que tomaron sus antepasados.
Albert Pijuan es escritor, dramaturgo y traductor, que llega a esta Diada de Sant Jordi con La gran substitució, novela en catalán y castellano (Angle/Sexto Piso). Con Tsunami se alzó con el Premi Ciutat de Tarragona Pin i Soler en 2020. Ha traducido a Evelyn Waugh, Dalton Trumbo o H. G. Wells.