Literatura
Gemma Ruiz: «Que la sexualidad femenina se acaba con la edad es otra mentira del patriarcado»
La periodista y escritora vuelve al universo femenino con su última novela, ‘Una dona de la teva edat’, en la que la protagonista dice ‘basta’ para emprender su propia vida
Gemma Ruiz Palà en la Rambla Nova de Tarragona.
La protagonista de la última novela de Gemma Ruiz Palà dice «basta» tras media vida haciendo lo que se esperaba de ella. Esposa y madre abnegada, dejando sus ilusiones en un cajón, para más tarde. La periodista y escritora de Sabadell vuelve con una historia de mujeres, feminista, que tiene a Venecia como uno de sus ejes. Palà presentó ayer Una dona de la teva edat (Proa) en la Llibreria El Soterrani de Tarragona de la mano de la comunicadora cultural Mònica Socias.
¿Hay que esperar a tener 50 años para decir basta? ¿No es posible plantarse antes?
Tendría que ser deseable. Nos dicen que la edad nos provoca muchas cosas negativas, pero también hay positivas, como que dejas atrás las collonades que te han amargado. El hecho de que tengamos que llegar un poco más allá para decir basta no deja de servirnos para ver que en la vejez nos esperan cosas aún importantes, interesantes.
La novela se posiciona contra todos los tabús: sexo y orgasmo femenino y menopausia.
Se convierten en un estigma y en una vergüenza y nos hacen caminar a la pata coja. No lo he hecho conscientemente. Lo veía más como abrir conversaciones, que en el fondo es lo mismo. En las ficciones los hombres nos han explicado sus crisis de mediana edad. Y nosotras también necesitamos saber qué crisis tendremos, cómo las podemos subvertir o abrazar. Y como ha ocurrido con la maternidad, creo que estamos en un momento en que llegarán muchas más autoras con las que tendremos ficciones sobre cómo es envejecer.
Tiene una protagonista muy particular. Americana, artista... ¿Cree que las lectoras se sentirán identificadas?
La identificación se puede dar en cualquier circunstancia. Es decir, seguramente ninguna de nosotras ha sido soldado de guerra y nos podemos identificar con sus sentimientos. Aunque sea americana, la presión estética la hemos sufrido y la sufrimos todas. Compararnos, hipervigilarnos, estar insatisfechas con nuestro cuerpo. Son constructos culturales que compartimos. E incluso creo que nos podemos identificar aún más porque hemos mamado la educación emocional de Hollywood y las películas americanas. Creo que estamos más próximas de lo que aparentemente parecería. Quería jugar con esta distancia, pero a la vez, cercanía.
Es posible escribir un libro romántico y feminista
Ella es una artista de mediana edad. Pocas nos han llegado.
Me gustaba escribirlo porque hace muchos años que estudio los sesgos de género también en la literatura y en el arte. Y es algo muy repetido que muchas grandes artistas han empezado a tener un nombre y se han podido dedicar cuando ya iban con bastón. A las mujeres les cuesta muchísimo tener su espacio y a veces hay una exposición en la que te encuentras a diez de golpe y al año siguiente ya no están. El lugar que ocupa una mujer de mediana edad en el arte ha modelado mucho la manera de entender quién es artista y quién no lo es. Es decir, todo el mundo tiene en la cabeza que un artista tiene que ser el heredero de Picasso, pero no sé si tenemos que un artista es heredero de Louise Bourgeois, para mí la más importante del siglo XX.
No aparecían en los libros.
Como si no existieran. No las habían querido incluir, nadie las había invitado al banquete del artista.
Hablemos del personaje masculino. Se dice que muchos jóvenes han virado hacia la ultraderecha como reacción al feminismo. ¿Qué opina de las nuevas masculinidades?
Seguramente los hay porque el algoritmo aplaude y promociona los fachatoubers, ya lo sabemos. Pero también hay mucha gente joven diferente de los hombres chapados a la antigua, en el sentido del constructo cisheteropatriarcal. Además, se ven, los oyes hablar, hay una juventud con otra mirada sobre los cuerpos, sobre las sexualidades en plural, sobre las edades y hay que poner el foco en ellos porque si lo ponemos sobre unos, ¿por qué no hacerlo también sobre los otros?
Muchas grandes artistas han empezado a tener un nombre y se han podido dedicar cuando ya iban con bastón
Una pareja en la que ella es más mayor que él. Aún no está bien visto...
Es una relación que se ha proscrito y se ha criminalizado mucho, cuando al revés se ha promocionado y se ha aplaudido. Se ha dado por natural. Otra cosa que tendríamos que revisar es si es tan natural que una mujer muy joven se enamore de un hombre muy mayor. Quizás no es tan natural. Quizás es una construcción cultural, una vez más.
¿Tiene guisantes en el congelador?
Mira, pues no.
¿Por qué contra los sofocos?
Buscaba una cosa casera. Porque también venimos de esto. Podemos estar leyendo ensayos y hacer el chup chup de la abuela. Todo cabe en esta vida. Una cosa no excluye a la otra. Tenemos que abrazar todas las complejidades que nos hacen personas.
¿Cree que al final nos han engañado?
El problema no es que nos hayan engañado, sino que no se han socializado las curas. Este es el tema. No es que seamos tontas. No ha llegado un sueldo para quien se queda en casa. Entonces, socialicemos las curas, retribuyamos a quien se queda y esto cambiará la balanza de las cargas y de quién tiene el honor socialmente o quién está menospreciado. Como si hubiera duendes que, por la noche, arreglaran las casas y se hiciera solo.
Pone de manifiesto que la sexualidad femenina no se acaba con la edad.
Claro, porque también es de aquellas mentiras interesadas del patriarcado. Ellos sí que tienen problemas para trempar y necesitan química. Nosotras lo que necesitamos es otra pareja, las propias manos o un vibrador. El relato histórico ha sido un engaño. Se ha tergiversado de una manera tremenda.
¿Diría que ha escrito un libro romántico?
Sí. La verdad es que sí. Es posible escribir un libro romántico y feminista.