‘¡Shazam! La furia de los dioses’, un superhéroe venido a menos

En plena recomposición de los próximos estrenos de los superhéroes de DC Comics, llega ¡Shazam! La furia de los dioses, la segunda entrega de este personaje tan curioso y que tan bien fue en taquilla. Ahora Warner Bros. y DC han querido sacarle más provecho en una historia que tenía previsto su estreno para 2022 pero los efectos del Covid llevaron a retrasar.

¡Shazam!, estrenada hace cuatro años, supuso un giro en el habitual cine de superhéroes. A caballo entre la acción y la comedia más inocente pero divertida, daba aire fresco a un género que venía cargado de drama entre el universo superheroico. Fue una pincelada que permitía mayores dosis de humor personajes predispuestos más a la acción y a la tragedia. Aunque, para otros, es a la inversa: una comedia con ligeros toques de héroe con superpoderes.

En cualquiera de los dos casos, dependiendo del enfoque principal que se pretenda dar, ¡Shazam! se convirtió en un éxito de crítica y taquilla, lo que facilitó y alentó a que Warner apostara decididamente por una segunda entrega. Evidentemente.

¡Shazam! La furia de los dioses comienza con Billy Batson (Zachary Levi) y sus compañeros de acogida haciendo malabarismos con sus vidas adolescente y sus alter-egos de superhéroes adultos. Pero cuando las Hijas de Atlas, un trío vengativo de antiguos dioses, llegan a la Tierra en busca de la magia que les robaron hace mucho tiempo, comenzarán una batalla contra los héroes por sus superpoderes, sus vidas y el destino de su mundo.

Desgraciadamente, este segundo capítulo no resulta tan exitoso como su precedente. Algunos dirán que le falta magia. Otros, que su humor se ha convertido en extremadamente infantil. En cualquier caso, no tiene el alcance como divertimento de la original.

En 2019 (antes de que sufriéramos la pandemia), la película sobre el origen de este personaje recaudó 365 millones de dólares, muy por encima de las estimaciones previstas. Su éxito se entiende -en buena medida- gracias a lo inesperado que suponía aquel superhéroe. Chocaba que en un cuerpo musculosos y divino estuviera escondido un corazón de niño, el de Billy Batson.

La furia de los dioses ofrece una trama que llega a ser algo farragosa, decepcionante y con unos diálogos pensados exageradamente para el público infantil. El filme se aleja mucho en intenciones de la película original, que rezumaba un inocente pero acertado sentido del humor mientras se enfocaba como puro entretenimiento de cine familiar.

Pero lo peor es la premonición de lo que se avecina en las nuevas películas de DC Comics. Todavía no está claro si esta nueva entrega de ¡Shazam! formará parte del nuevo universo cinematográfico que está construyendo James Gunn, y en el que incorporará a varios de los personajes del viejo DCEU (DC Extended Universe).

Aún nos restan otros tres estrenos de DC Comics en lo que resta de año (Flash, Blue Beetle y Aquaman y el reino perdido) y falta por ver cómo encajan las piezas en todo el entramado. De momento, sus últimos grandes estrenos han resultado verdaderos fiascos. Ahí están los ejemplos de Black Adam (2022) y Wonder Woman 1984 (2022).

¡Shazam! La furia de los dioses vuelve a incidir en un tema tan central como en la primera: la familia. Funcionó muy bien la idea, llegando a un amplio público. Logró sorprender con su originalidad, su gracia, su chispa... Ahora lo que le falta es magia.

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