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El sueño de Dani Vidal

El nuevo técnico del primer equipo del Nàstic cumple su deseo de dirigir al club en el que lleva desde hace 20 años, 12 de ellos como entrenador de la base

Dani Vidal dirigió este lunes su primera sesión de entrenamiento.FOTO: nàstic

Jaume Aparicio
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Dani Vidal, que asumió este lunes el cargo de primer entrenador del Nàstic, lleva toda la vida soñando con entrenar el primer equipo. Toda. Es el club de su vida. Al que entró con 8 años como portero, en el Benjamín.

Pero sus virtudes no eran suficientes para llegar a la élite. Así lo entendió en su etapa como Juvenil grana. Mientras sus hermanos, Gabriel e Ivan, mostraban dotes para poder dedicarse al fútbol -Gabriel debutó con el primer equipo del Nàstic en Copa Catalunya, antes de trotar por Catalunya y hasta en Polonia-, el mayor de los cuatro hermanos (el menor Lucas juega en Cambrils) optó bien pronto por los banquillos. Con 18 años, siendo jugador del Juvenil B, puso punto final a su carrera deportiva y empezó su andadura como entrenador de la cantera, al tiempo que iba sacándose los títulos de entrenador y licenciándose en Derecho.

Su primera experiencia como técnico de la base grana fue en el 2012, asumiendo el Cadete B, cargo que ocupó durante dos temporadas y media. La otra media se la pasó en el Infantil B como técnico de urgencia. Necesitaban que el equipo no perdiera la categoría y Dani Vidal cumplió el reto. No solo ese. También el del Juvenil, en situación parecida. Dos permanencias en una temporada.

En 2016, Dani Vidal dirigió al Cadete A a la conquista del prestigioso torneo MIC Football. Superó a FC Barcelona en semifinales y RCD Espanyol en la final para colgar en las vitrinas granas un trofeo que no ha vuelto a repetirse.

La permanencia en Liga Nacional

En el Juvenil B, el técnico tarraconense abrió otro camino que nadie antes que él había conseguido: mantener al equipo en Liga Nacional. Lo hizo con destacadas victorias como la que obtuvo ante el FC Barcelona (1-0), campeón de la competición. Compaginó su labor en el Juvenil B con el de ayudante de Juanma Pavón en el CF Pobla de Mafumet. Se quedaron a un punto de entrar en el play-off de ascenso a Segunda B.

En la temporada 2018-19 asumió el cargo de entrenador del Juvenil de División de Honor. El último escalón formativo antes de entrar en el fútbol amateur. Un peldaño al que no llegó como portero y que le había dejado una espinita que pudo arrancarse con 27 años. En sus dos campañas con el Juvenil A hizo 34 puntos. Suficientes para mantener al equipo en la máxima división de la categoría.

Iba camino de la tercera, cuando acudieron a él para relevar a Albert Company en el CF Pobla Mafumet. El filial grana andaba por la parte baja de la clasificación con un serio riesgo de descender. Dani Vidal evitó el descalabro y solo se quedó a dos puntos de meter al equipo poblense en posiciones de fase de ascenso. Una derrota en Castelldefels (1-0), la única que encajó en los once primeros partidos que dirigió de la primera fase, le dejó sin el premio.

Obligado a pelear por no bajar, seis de los diez que competían lo hicieron, acabó en el primer puesto con una docena de puntos de margen. En total, un balance de 10 victorias, 9 empates y 4 derrota (1,7 puntos por partido).

Fue una época en la que ya ayudaba al primer equipo que dirigía Toni Seligrat. Era el encargado de analizar los rivales y muchas veces, cuando no coincidía con los encuentros del filial, acompañaba al primer equipo.

Segundo de Agné

Sus amplios conocimientos tácticos y su dedicación de años en el club, hicieron que la entidad viera en él la figura de ‘hombre de la casa’ que podía ayudar a Raül Agné en su aventura en el Nou Estadi. Formaron una buena dupla.

Dani Vidal era el encargado de la estrategia, pero el de Mequinenza confiaba en el tarraconense muchas otras tareas del día a día. En el año y medio que Agné dirigó al equipo tuvo que ceder el mando del mismo durante el partido en varias ocasiones debido a sanciones y Covid-19.

Su ‘debut’ fue ante el FC Barcelona B con una victoria espectacular (0-2) en uno de los mejores partidos de la era Agné. La semana siguiente empató en el Nou Estadi ante el Costa Brava (1-1). También con Dani Vidal en el banquillo llegó la victoria frente al Sevilla Atlético en la penúltima jornada de liga regular. El gol de Pol Domingo dio un triunfo crucial para meter al equipo tarraconense en el play-off de Galicia.

Esta temporada ha vuelto a sentarse ya dos veces, por la expulsión de Agné en Calahorra. Ante el Amorebieta, con victoria, y en el feudo del Eldense, ese encuentro que fueron ganando 0-1 hasta los últimos minutos (2-1). Cinco partidos con tres victorias, un empate y una derrota.

Este domingo tomará el mando como primer entrenador y máximo responsable del equipo. Con sus ideas. Su planteamiento. Uno en el que, dicen los que le conocen, competir para ganar es indiscutible.

Dani Vidal habla de trabajo, sacrificio y esfuerzo pero también de táctica. No convence con discursos, sino con fundamentos. Explicándole al jugador qué debe hacer, a qué se va a enfrentar y cómo resolver las situaciones.

Siente predilección por los ataques rápidos y cuanto más arriba comiencen, mejor. Por eso, la presión con un bloque medio-alto apunta a que será una de sus señas de identidad. Sobre todo en casa. En un Nou Estadi que se muere por volver a ver la esencia de ese equipo intenso y agresivo desde el primer minuto.

El dibujo es lo de menos. Se adaptará a la naturaleza del equipo. Como siempre ha hecho. A los recursos disponibles -que cada vez son menos por las lesiones- y a las fortalezas del rival. El que lo merezca, jugará. Sean 11, 12 o 13.

Aprendió mucho de Raül Agné, en gestión de vestuario, pero también de Juanma Pavón, una figura importante en su desarrollo como técnico. Tampoco dejó escapar la ocasión de aprender desde la distancia cercana de la etapa de Vicente Moreno.

La constancia del valenciano en el trabajo y en controlar todos los factores posibles del juego. No se le ha olvidado, porque sigue teniendo esa meticulosidad en la figura de Manuel Oliva, el entrenador de porteros que ha sido un gran apoyo para el técnico tarraconense estas últimas semanas en las que se vio desplazado de la toma de decisiones por Iñaki Alonso. Nunca fue su segundo. Ni siquiera tercero.

Pero todo eso es agua pasada. Este domingo, a partir de las 12.00 horas, tendrá la oportunidad de guiar al club de su vida desde el banquillo. Un reto que asume con valentía y confianza en poder sacar al equipo de la mala dinámica. Es lo más importante. Lo único que ahora mismo importa. Llegar a los 50 puntos que darían la tranquilidad de saber que la temporada está salvada. Faltan 19.

Los tres primeros esta misma jornada ante la Real Sociedad B. Un rival fiero, sí, pero si Vidal recuperal el alma del equipo, el Nou Estadi disfrutará de nuevo de una mañana de victoria.

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