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La venta de Antoñín, el ejemplo que debe seguir el Nàstic

El delantero andaluz se va dejando goles, rendimiento y una venta modélica y que da mucho rédito a las arcas granas

Antoñín Cortés celebra un gol junto a Marc Montalvo y Pol Domingo.
Foto: Àngel Ullate

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Antoñín Cortés aterrizó en Tarragona con el deseo de renacer. Quería volver a disfrutar del fútbol y sentirse diferencial en una categoría en la que por lógica debía serlo. Un futbolista que alcanzó la élite del fútbol español con solo 18 años. Todo pasó muy rápido y con 24 años veía como el Nàstic le daba la oportunidad ideal para reengancharse.

Su año anterior con el Lugo había sido malo. Su equipo no había alcanzado los objetivos colectivos y él solo había marcado tres dianas. Es más, había jugado en banda, siendo desplazado casi de manera constante de su posición natural como es la de delantero centro.

Con ofertas de Portugal sobre la mesa, el Nàstic apareció para exponerle un proyecto ambicioso con el regreso a Segunda División como objetivo innegociable y en el que él iba a ser pieza capital. No se lo pensó el malagueño que rechazó ofertas mayores en lo económico para aterrizar en el Nou Estadi.

Un año después se puede afirmar con ventajismo que Cortés eligió bien. El Nàstic ha sido para él un equipo ideal para su renacer. Antoñín ha vuelto a disfrutar del fútbol, se ha vuelto a sentir importante y ha demostrado que si juega en su sitio y con confianza es un delantero de otro nivel. No es casualidad que abandone Tarragona con 10 goles y 4 asistencias que hicieron soñar al Nàstic con un ascenso que se volvió a escapar en el último partido.

Su rendimiento atrajo desde los primeros días de mercado el interés del Korona Kielce, club de la Ekstraklasa polaca, una Primera División en crecimiento y con visibilidad para saltar a ligas de mayor rango.

En ese momento, Antoñín ya sabía que ahora sí que tocaba volar y probar suerte en una liga más exigente. El Nàstic siempre fue de frente con él. Respetaba su decisión, pero necesitaba que llegase una oferta acorde a su valor. La negociación no ha sido sencilla, pero finalmente, este pasado viernes se acordó una venta por 300.000 euros fijos más bonus, una cifra que representa una de las mejores operaciones del club en los últimos años.

Antoñín es el ejemplo de lo que es una operación redonda. Apostar por talento con margen de mejora, potenciarlo en el Nou Estadi, disfrutarlo en el verde y rentabilizarlo cuando toca. Un ciclo corto, pero brillante. Un paso ideal para todos.