Parece que la angustiosa situación económica del Reus va a quedar en una experiencia incómoda, como muy tarde, a partir de mañana. Ese es el plazo que se ha marcado el club para ingresar los cuatro meses que adeuda a sus jugadores, al fútbol base y también a los trabajadores de la entidad rojinegra. El trámite burocrático para llevar a cabo la operación podría demorarse como mucho 48 horas.
La planta noble ya ha comunicado a los capitanes que la situación está muy cerca de solucionarse, por lo que el vestuario se encuentra ya deseoso de acabar con un mal trago que ha durado cuatro meses, aunque no ha impedido que el equipo ejerza su profesión con total honestidad. El plantel llegó a leer un comunicado oficial en contra de la demora en los pagos, aunque nunca ha dejado de competir al máximo nivel. De hecho, se encuentra segundo en tabla, todavía con sus opciones de play off intactas. Incluso con el liderato del grupo III de Segunda B, el suyo, a sólo tres puntos de distancia, con cuatro jornadas por disputarse.
Punto de inflexión
Se espera que este hecho suponga un punto de inflexión importante en el equipo, sobre todo en el aspecto anímico y emocional de cara a esta recta final tan crucial de la temporada. El Reus se encuentra inmerso en una lucha sin cuartel por una de las cuatro plazas que dan derecho a soñar con el ascenso a Segunda División, el objetivo que persigue desde hace dos veranos, justo cuando el mega proyecto de Joan Oliver echó a andar.
Los impagos de estos últimos cuatro meses no solamente han afectado a la primera plantilla y al cuerpo técnico que dirige Natxo González. Todos los profesionales del fútbol base, así como los trabajadores del club también han sufrido esa incomodidad. Incluso varios futbolistas que forman parte de los filiales del Reus, en este caso el Morell y el Cambrils.
La regularización en la rutina económica se convierte en la gran noticia de una semana en la que no habrá fútbol, ya que el Reus sumará tres puntos sin actuar. Los correspondientes al partido ante el desparecido Huracán valenciano.