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Pretemporada grana

La defensa de cinco: el sistema de moda en Europa que puede utilizar el Nàstic esta temporada

El técnico gallego está ensayando de manera recurrente con esta estructura

Luis César da instrucciones a sus jugadores en el amistoso ante el Mestalla.

Luis César da instrucciones a sus jugadores en el amistoso ante el Mestalla.Nàstic

Juanfran Moreno

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El Nàstic de Tarragona ha arrancado la pretemporada con paso firme y con un objetivo marcado en rojo: luchar por el ascenso en la 2025-26. El proyecto se ha remozado con criterio. Bajo el liderazgo de Noé Calleja, la dirección deportiva ha armado un bloque que ilusiona por nombres, por experiencia y por hambre. Jugadores que saben lo que es rendir en la Primera RFEF y que llegan dispuestos a dar un paso más.

La plantilla, todavía sin cerrar del todo —falta al menos un lateral izquierdo—, muestra ya una estructura sólida, equilibrada y rica en matices. La mayoría de posiciones están dobladas y la polivalencia es una nota dominante. Luis César tiene piezas para trazar distintos dibujos sin perder identidad ni competitividad. Y eso, en una categoría larga, exigente y plagada de trampas, marca la diferencia.

¿Adiós al 4-4-2?

A diferencia del curso pasado, donde asumió el cargo en plena tormenta y con solo dos jornadas por delante, Luis César dispone ahora de un contexto ideal: tiempo, medios y respaldo. Si entonces se limitó a respetar el sistema de Dani Vidal (el clásico 4-4-2), ahora puede moldear la estructura desde cero.

Y su apuesta empieza a tomar forma sobre el césped del Nou Estadi Costa Daurada. El técnico gallego busca un Nàstic con personalidad, pero no encorsetado. Un equipo que sepa a qué juega, pero que también sepa adaptarse. Con balón, quiere mandar. Sin él, morder. No se trata solo de un estilo, sino de una mentalidad colectiva.

En este escenario, la defensa de cinco está ganando terreno. Aunque el 4-4-2 se sigue trabajando como base reconocible, en las primeras sesiones de pretemporada ha cobrado especial protagonismo el sistema 5-2-3, que se perfila como la alternativa más sólida y estudiada por el cuerpo técnico.

El pasado sábado, sin ir más lejos, el equipo dedicó más de una hora a ensayar esta estructura. No fue una prueba aislada, sino un bloque de trabajo específico que evidenció que el dibujo gusta, convence y encaja con los perfiles de la plantilla. El cuerpo técnico insiste en los automatismos: cómo bascula la línea de tres centrales, cómo se proyectan los carrileros, cómo aparecen los mediapuntas entre líneas, cómo fija el delantero a los centrales.

Este sistema ofrece profundidad por fuera, nuevas líneas de pase y presencia constante en zonas de peligro. En defensa, permite replegar con cinco; en ataque, se convierte en un 3-4-3 mutante. Los laterales, convertidos en carrileros largos, tienen libertad para pisar campo rival. Y por dentro, los enganches flotan con libertad para generar superioridades.

Opciones para el centro de la zaga

Eso sí, para que funcione se necesita una defensa de tres solvente. Y el Nàstic la tiene. César Morgado, David Alba y Enric Pujol parten como opciones naturales, pero también hay otras piezas que se adaptan con solvencia a ese rol: Óscar Sanz, Mángel Prendes, Sergio Camus y Sergio Santos ya han sido probados en esa línea porque han jugado como defensas el pasado curso.

El equilibrio entre orden y agresividad que ofrece la línea de cinco es uno de sus grandes atractivos. En una categoría como la Primera RFEF, donde el margen de error es mínimo, tener un sistema que te proteja atrás sin renunciar a la ambición ofensiva es un tesoro.

Más allá de cuál sea el sistema elegido para el todavía lejano debut liguero ante el Algeciras, lo importante será la capacidad del equipo para mutar sin perder su esencia. Y esa parece ser la gran consigna de Luis César: formar un bloque que no sea previsible, que sepa leer los partidos, que se transforme sin fracturarse.

Ante el Mestalla el Nàstic ya formó de inicio con este esquema y los ensayos del verano que hay por delante servirán para afinar matices. Pero la hoja de ruta ya está trazada. Este Nàstic quiere ser ambicioso, compacto y camaleónico. Y en ese plan, la defensa de cinco parece que puede tener mucho protagonismo durante este curso.

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