Ari Sánchez y Paula Josemaría al fin han podido cantar victoria frente a Delfi Brea y Gemma Triay y romper su mala racha frente a las número 2 tras adjudicarse la final del torneo de Bruselas por 6/2 y 6/4, después de una hora y 46 minutos de juego en la que estuvieron además sobresalientes.
La reusense y la cacereña no habían podido vencerlas hasta ahora en las cuatro finales anteriores en las que se habían medido esta misma temporada (aunque la de Santiago de Chile acabó en empate después de suspenderse con empate a un set).
De ahí la importancia de esta victoria para Ari y Paula, que ganan su segundo título del año (tras el de Riyahd) justo cuando empezaban a ver como peligraba más que nunca su número uno mundial en el que han concluido las dos últimas campañas. Es además el 39º título para ambas desde que juegan juntas y el 13º en Premier Padel.
La de Bruselas fue otra final titánica entre ambas duplas, que venían de medirse la pasada semana en la del Qatar Major (el escalafón más alto del circuito profesional femenino), donde la reusense y su compañera desaprovecharon una ventaja de 4-1 a favor tanto en el primer como el segundo set para acabar perdiendo aquel choque ante la pareja que mejor estado de forma ha demostrado desde que se inició el curso (suman cuatro títulos).
Ari y Paula salieron concentradísimas desde el inicio, esta vez dirigidas desde el banco por Claudio Gilardoni. Muy activas, ganando la red continuamente y sin cometer apenas errores, lograron el primer break del partido en el tercer juego con el que se situaron 2-1 a favor. Siguieron a lo suyo y otra rotura en el quinto las puso con 4-1. Y con ese marcador ni siquiera dejaron tiempo a que aparecieran los fantasmas de Qatar.
5-1, 5-2 y 6-2 para hacerse con la primera manga del partido.
Reaccionaron Delfi y Gemma en el segundo, en el que consiguieron mantener su servicio a favor hasta el 3-3. Pero fueron las número 1 quienes lograron el primer y único break en esa segunda manga. Fue en el séptimo juego, con el que se situaron 4-3.
El choque se mantuvo de ahí hasta el final en una espiral igualadísima. Tanta que en el último juego, el décimo, Ari y Paula tuvieron que esperar a su sexta bola de partido para hacerse con el título, por tres pelotas de rotura que tuvieron sus rivales y diez situaciones de deuce. Fueron quince minutos de locura que hicieron las delicias de los aficionados.
