Josep Franch: «Soy afortunado y, por mi profesión, no he parado»
Arrocero de Deltebre

Josep Franch Chacón es payés.
Un total de 25 personas de localidades tarraconenses explican cómo es la vida en lugares de especial complejidad: la erosión emocional, el miedo a la enfermedad, la indignación con la gestión política, la preocupación por la situación en los centros sanitarios o la desesperación por haber perdido el trabajo son sentimientos que transitan por estos ciudadanos, en algunos casos trabajadores esenciales.
Son empresarios, autónomos, emprendedores, estudiantes, deportistas o desempleados de lugares como Tarragona, Reus, Sant Carles de la Ràpita, Mont-roig del Camp, Tortosa, El Vendrell, Prades o Valls.
«La situación ha sido y es difícil para todos, hemos sido sometidos a muchos cambios inesperados tanto en la vida privada como profesional y eso nos ha afectado. Personalmente puedo decir que he sido un «afortunado», ya que mi rutina no ha cambiado; por mi profesión no he parado en ningún momento, entonces no se me ha hecho tan duro como a los demás», dice este arrocero de Deltebre de 24 años.
«Opino que la situación está siendo mal gestionada a nivel estatal y que se nos está yendo de las manos. Necesitamos nuevas medidas urgentemente para poder solucionarlo. Creo que también se debería valorar y agradecer otros sectores, como la agricultura, ganadería, pesca, etc. Que hemos luchado y luchamos para que no falte la alimentación a pesar de la situación vivida».

Aiguamoll d’Illa de Mar, en el término municipal de Deltebre.