La granja de conejos estaba vacía, en desuso. Era el lugar ideal para una pareja de vecinos de Tarragona para poder extraer de forma ilícita material reutilizable y fácil de vender en el mercado negro.
Pero a pesar de desvalijar la granja y reunir cableado, material eléctrico, motores y todo aquello con expectativas de venta, la pareja fue detenida una vez los Mossos d'Esquadra pudieron poner cara a los presuntos autores de este hurto.
Los propietarios de la granja en desuso sorprendieron a los ladrones el día 24 de abril cuando empezaban a recoger este material. Los dos presuntos autores se marcharon del lugar. Los titulares de la granja denunciaron el robo y pusieron en conocimiento de Mossos todos los detalles que pudieron recopilar, facilitando la identificación de los presuntos autores.
Tres días más tarde, el 27 de abril, las indagaciones policiales posteriores permitieron la detención de los presuntos autores. Los detenidos quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial.