Energía nuclear
El gobierno se abre a una revisión del calendario de cierre de las nucleares con condiciones
Las eléctricas aceptaron las exigencias del ejecutivo y explicaron que el actual calendario de cierre sí comportaría un aumento en el coste para los consumidores

El reactor de la central nuclear de Vandellòs II, uno de los tres activos en la provincia de Tarragona, y que tiene previsto su cierre para 2035.
El gobierno de España, en respuesta a la carta enviada por las principales eléctricas este mes de junio, accede a una eventual revisión del calendario de cierre de las centrales nucleares pero con condicionantes, según ha adelantado El País. La ministra para la Transición Ecológica y Vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, reitera que la prórroga no puede suponer un coste extra para los consumidores, que se deben de cumplir los requisitos que marque el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y que se debe de garantizar la seguridad del suministro de acuerdo con las exigencias de Red Eléctrica.
Las eléctricas, en una nueva carta, aceptaron las exigencias del ejecutivo. Además, explicaron a la ministra que el actual calendario de cierre sí comportaría un aumento en el coste para los consumidores que se evitaría si se alarga la vida útil de algunas nucleares. En la demarcación de Tarragona está previsto que las centrales nucleares de la provincia cierren los años 2030 (Ascó I), 2032 (Ascó II) y 2035 (Vandellòs II).
De hecho, un informe de la consultora PwC alertaba de "graves consecuencias a nivel energético, ambiental y económico" en el caso de mantener el actual calendario de cierre nuclear. Además, los autores del estudio destacaron que "Catalunya será el territorio más afectado por el cierre nuclear, viendo comprometida su suficiencia energética y su seguridad de suministro, lo que conllevará grandes impactos negativos a nivel ambiental y socioeconómico". En el informe se argumentaba que el bajo desarrollo de las energías renovables en territorio catalán hace que no sea factible el cierre de las nucleares, puesto que se tendría que aumentar las exportaciones de electricidad o, en su defecto, aumentar la generación de sus ciclos combinados.
Además, se avisaba que la pérdida de la generación nuclear en el mix eléctrico supondrá un aumento del precio eléctrico de, al menos, 13 €/MWh. Por otro lado, el informe alertaba que sin la generación nuclear, "la industria tendrá dificultades tanto para asegurar su consumo actual como para afrontar la electrificación de sus procesos e incrementar su capacidad productiva". Es decir, según los autores de este informe, el cierre de nucleares conllevaría un aumento del precio y un problema de seguridad en el suministro, que son efectos a evitar que la ministra Aagesen ha impuesto a las eléctricas para seguir operando.